OPINION

Cámaras mimetizadas a control remoto para observar los osos polares

OSOS2
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John Downer es un productor independiente especialista en reportajes de vida salvaje, que ha hecho de las cámaras mimetizadas controladas a distancia una herramienta única para la difusión de la biodiversidad. Downer, que comenzó su carrera hace 30 años en la BBC, en la Unidad de Historia Natural con apenas 24 años de edad, se ha convertido en el rey de la selva cuando se trata de capturar con su cámara animales en libertad.

Su trabajo es considerado como uno de los mejores del mundo sobre vida silvestre y su última incursión ha sido en las frías islas árticas de Svalbard, al norte de Noruega, uno de los pocos sitios donde puede cruzar sus ojos con los imponentes osos polares y sus crías.

Algunos estudios apuntan que casi dos terceras partes de estos osos desaparecerán para el 2050, si la disminución de la capa de hielo continúa al ritmo actual. John Downer quería comprobar cómo estos animales se están adaptando al cruel destino que derrite el Ártico operando de forma remota, y con su peculiar estilo, dos cámaras camufladas en una especie de iceberg móvil simulado.

Estos dispositivos le han costado entre 40.000 € y 120.000 € cada uno, y los ha disfrazado de hielo hecho con fibra de vidrio para seguir a las mamás-osos y sus cachorros, que salían de los seis meses de oscuridad en su isla natal para adentrarse hacia el norte en busca de focas, a través de cientos de kilómetros de mar helado antes de que se descongelara.

Las cámaras, bautizadas como Blizzard-cam, están dotadas de un sistema de esquíes que les permiten desplazarse por las planicies de hielo impulsadas por dos rotores de eje horizontal, lo que le confiere cierto aspecto de hovercraft polar. Una vez llega al punto de encuentro, el transportín lanza una segunda cámara esférica que rueda, ayudada por la pendiente, hasta el lugar donde están los osos.

Estas innovaciones tecnológicas han ayudado a Downer a hacer una prolífica serie de documentales en los últimos años. Sus cámaras mimetizadas han filmado leones en Africa, el nacimiento de cachorros de tigre en libertad, algo nunca antes visto y para lo que utilizó elefantes, a los que enseñó a sostener una cámara para que fueran los reporteros de la selva; también ha metido un mini-helicóptero disfrazados de libélula gigante en las grandes migraciones de ñus africanos e, incluso, ha conectado una cámara dentro de la boca de un tiburón.

Muchas veces su equipo ha terminado destrozado (cuando no tragado) por los animales a los que grababa. Como también ocurrió en el caso de los osos polares, que dejaron uno de los balones fibra de vidrio para el desguace cuando una madre osa de 700 kg le dio por jugar al fútbol con el extraño esférico.

Espiar en el hielo a los osos polares ha sido el proyecto más ambicioso de este productor hasta ahora, "debido a la implacable naturaleza del medio en el que la cámara se movía y el desafío de mantenerse al día con los osos, que están continuamente en movimiento y son sorprendentemente difíciles de alcanzar, incluso con una cámara sobre esquíes", afirma John Downer al Daily Mail.

La película, de una hora de duración, además de ser plenamente innovadora, también revela nuevos rasgos del comportamiento del oso polar nunca antes filmados. "Hemos descubierto cómo los osos están haciendo frente a un entorno cambiante debido a la disminución del hielo", dice Downer. Los osos polares están bajo presiones excepcionalmente duras, ya que cuando el hielo del mar más retrocede, más se enfrentan a la inanición.

El fotógrafo ha filmado la adaptación de los osos a estos cambios trascendentales para ellos, cómo caminan cerca de las playas para devorar restos flotantes comestibles, cómo bucean para llevarse al estómago algas marinas y cómo se dan festines de huevos en las colonias de golondrinas de mar y gansos salvajes, un sustituto de la proteína de foca perfecta que cada vez encuentran menos.

Si el Océano Artico sigue con su imparable deshielo, muchos investigadores creen los osos polares se verán obligados a practicar el canibalismo con sus propios congéneres. Recemos porque la cámara de John Downer no tenga que grabar esas cruentas imágenes que significarán, definitivamente, la extinción del rey de los hielos perpetuos.

El trabajo de John Downer

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