¿Qué sucede cuando un joven artista de la ciudad de Berlin es invitado a reconstruir las calles romanas de un pintoresco pueblo italiano de la región de Sabina? Dispatchwork es la respuesta, un proyecto del artista Jan Vormann para restaurar arquitecturas dañadas utilizando coloridos bloques de LEGO para rellenar grietas y fisuras.
La pequeña aldea de Bocchignano, donde la vida gira a través de patrones tradicionales y sus calles son poco menos que reliquias del pasado, entró de lleno en el presente gracias al famoso material de construcción danés.
Las intervenciones, posteriormente, se han llevado a cabo también en Tel Aviv, Amsterdam, Belgrado, San Petersburgo para terminar en su ciudad natal, Berlin, donde las piezas de LEGO sirvieron para reconstruir los huecos que las balas de la II Guerra Mundial habían dejado en algunos monumentos.
¿Por qué ladrillos de LEGO? Según Jan Vormann, estas piezas tiene un valor nostálgico para las diferentes generaciones de todo el mundo. La combinación de ladrillos de piedra y ladrillos de plástico crea un contraste único que engancha a los viandantes.
El artista, la mayoría de las veces, no ha tenido problemas con las autoridades locales cuando hace de LEGO-albañil. De hecho, sólo una vez le pidieron que eliminará sus huecos rellenos. Fueron los guardias de seguridad de un gran museo de arte contemporáneo en Berlin. Creían que era inadecuado, porque el arte, en su opinión, se supone que debe estar en el interior de los museos y no fuera.
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