Willysphere, una revolución en la escultura de verano/invierno

Se han producido grandes avances en el mundo de la escultura de arena profesional a lo largo de los últimos años. El uso de encofrados de madera para los grandes castillos, la introducción de "revestimientos plásticos como los que se utilizan en las piscinas portátiles, la utilización de pequeños motores-bomba para el movimiento de agua...

Pero el concepto "Willysphere" promete marcar un punto de inflexión en la forma de trabajar con arena en superficies curvas, las zonas más complicadas de consolidar. La "Willysphere" no es más que un simple moldeador de arena que genera superficies esféricas gracias a su ligera forma cóncava.

Haciendo girar en movimientos circulares el modelador de arena, y combinando los diferentes tamaños de Willysphere, se obtienen bolas de distintos diámetros, que hasta un niño puede generar para, por ejemplo, sembrar una playa de burbujas de arenisca o esbozar las curvas de una mujer (de arena) con redondez ultra-realista.

Después de hacerse con el segundo puesto en un reality show holandés de invenciones comercializables ("La mejor idea de los Países Bajos " se llamaba), la Willysphere está a punto de entrar en producción en masa y convertirse en el gadget playero del próximo verano.

Para ello su inventior Wilfred Stijger se ha tenido que patear, además de los concursos de la tele, la Internet entera ofreciendo desde su blog versiones beta de sus amasadores, realizadas con sus propias manos en un material llamado Thermo-Loc ™, un polímero especial reutilizable que es rígido a temperatura ambiente pero que se convierte en flexible cuando se calienta.

Con este material Wilfred Stijger ha realizado unidades artesanales que pueden adaptarse al puño del usuario con sólo meter el invento en el microondas, para su cómodo manejo. En las tiendas ya se está vendiendo unidades sueltas a unos 10 €, o a 30 € el pack de cuatro tamaños.

Y lo más importante, las moldeadoras de esferas de Wilfred no sólo funcionan en arena, sino también en nieve o hielo, conformándose con esta técnica los muñecos invernales más hermosamente esféricos que uno pueda imaginar y hasta unas esculturas de hielo dignas de un anuncio de vodka.

El blog de Willy donde cuenta toda la evolución del invento