OPINION

Watergate, cuando Nixon moja sus pantalones

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Michael Tatschl, Sascha Mikel, y Martin Schnabl son los tres padres de Watergate, un concepto de puerta de seguridad que promete dejar ciertamente húmedo al mismísimo "Garganta Profunda". La idea de este proyecto y el diseño posterior surgió después de un largo día en un recinto ferial, donde uno de ellos sufrió un roce con una puerta-torniquete que no se podía abrir.

En ese momento surgió en ellos una pregunta que quizá deberíamos hacernos todos: ¿no necesitan los torniquetes una actualización urgente? Los torniquetes para control de accesos son toscos, incómodos para personas en sillas de ruedas, no puedes meter carros, bicicletas, te los puedes saltar facilmente, te pueden pillar los bajos...Por eso están a punto de desaparecer frente a las puertas-guillotina de cristal que todos conocemos.

Sin embargo, estas puertas son más efectivas pero también más peligrosas, ya que es un medio rígido que en caso de pánico o accidente provocaría que las personas no pudieran huir al obstaculizar la salida. Por eso nos quedamos con la Watergate, porque utiliza un elemento de cierre que es tan efectivo como psicológico: el agua.

Watergate es un verdadera puerta hecha de agua. Los chorros bloquean los espacios de entrada, deteniéndose y permitiendo el acceso otorgado por una tarjeta. Al final de la puerta hay una célula fotoeléctrica de salida que cierra de nuevo el circuito hidraúlico tras el visitante.

Una de sus principales virtudes es que se trata de una puerta adaptable en tamaño, ya que la separación entre los marcos se podría ajustar en función de la presión de los chorros, permitiendo y facilitando la entrada de personas en sillas de ruedas, extra-rellenitas, con animales, con mucho equipaje, etc...

También permitirá saber quién se ha colado de un rápido vistazo, con sólo ver los pantalones mojados del individuo sin billete. Y en caso de mal funcionamiento, sobre todo en verano, resultará mucho más agradable un remojón sorpresivo que una puerta de cristal asesina o un torno enloquecido chocando contra nuestras partes.

Posibilidades de comercialización: 30%, parece una frivolité en estos tiempos de cambio climático desperdiciar líquido elemento ¿Quizá la entrada de un spa? Aunque cambiando el agua por el ácido sulfúrico podría hacer un buen trabajo como puerta de seguridad en prisiones o bases secretas.

Vía Idesing

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