OPINION

El robot rickshaw de Wu Yulu, un genial inventor autodidacta

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Por los andurriales de Pekín puede verse esta extraña estampa: un robot que camina sobre dos patas y arrastra a paso de tortuga un rickshaw en el que va sentado un chino, inventor del vehículo. El chino en cuestión se llama Wu Yulu y el robot tan sólo es la última creación de este singular inventor autodidacta, que ya ha fabricado 47 autómatas en el patio de su casa, la mayoría a partir de materiales de desecho. Algunos de ellos podrán verse en la Exposición Universal de Shangai, que se inaugura el próximo 1 de mayo.

Entre las creaciones de este antiguo agricultor están robots como Número Cinco, un humanoide de un metro de alto capaz de caminar, cambiar bombillas, encender cigarrillos y servir el te, o Número Seis, un robot "mononoide" equipado con pies magnéticos que le permiten escalar por paredes metálicas.

Su Golem particular es el gigantesco Wu, también conocido como Número 32, una mole de 1,6 metros y 100 kilos de peso que hacía las tareas de porteador del rickshaw hasta que llegó el apolíneo Número 47. Según cuenta Yulu al corresponsal de ABC en Pekín, Pablo Díez, "Compro todas las piezas a las compañías de reciclaje a 30 yuanes (30 céntimos de euro) el kilo y yo mismo moldeo el hierro para que las cabezas, las piernas y los brazos tengan un aspecto más humano".

La presencia de Yulu en la exposición es el primer reconocimiento público de su labor de inventor, que hasta la fecha sólo le ha reportado deudas y alguna desgracia. En 1999 su casa se quemó cuando una de sus creaciones sufrió un cortocircuito. Al año siguiente, la explosión de una batería le provocó graves quemaduras en manos y torso. Todas estas desdichas le han costado al bueno de Yulu una deuda de 6.000 euros, que esperemos logre saldar con el previsible éxito de sus creaciones en la Expo de Shangai.

Posibilidades de comercialización: Como vehículo el robot caminante no las tiene todas consigo: es lento, aparatoso y gasta un frasco de 3en1 cada 10 Km. Ahora bien, es pintón como pocos.

Visto en Automotto y en blog de ABC Pekín.

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