OPINION

Rediseñando la pinza de colgar la ropa

PINZA1
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Mr. Tank es un diseñador residente en Inglaterra que busca "hacer las cosas de manera diferente", pensando en objetos cotidianos que, aunque son buenos en su función, distan mucho de ser perfectos.

Inspirado por la visión diaria del sufrimiento de su vecina al colgar la ropa (Shirley sufre de artritis), Mr. Tank ha decidido dar totalmente la vuelta a un concepto de pinza, un instrumento que apenas ha sufrido dos modificaciones a lo largo de su historia. Con la de Mr. Tank es la tercera.

Las pinzas para colgar la ropa, tal y como las conocemos hoy en día, son un invento relativamente reciente. Antiguamente se utilizaba un taquito de madera con una hendidura en el centro, que se colocaba verticalmente de modo que oprimiera la prenda. Como en aquella época se utilizaban telas rústicas, el sistema funcionaba.

Sin embargo, cuando comenzaron a usarse prendas más delicadas, ese tipo de broches deterioraba los géneros. Luego llegaría la conocida pinza de dos piezas idénticas unidas por un simple resorte.

Con leves variaciones, su tamaño estándar guarda una relación lógica con las proporciones de la mano humana. Pero con la mano humana en plenitud de facultades.

Al tener que hacer presión con el dedo pulgar, los enfermos de artrosis se convierten en prácticamente inútiles ante un objeto tan simple como una pinza.

El sistema de Mr. Tank cuenta con un mecanismo de cierre y una empuñadura de goma flexible que se apoya en la ropa. Si ésta tratara de salirse de la cuerda por el peso o por el viento, la empuñadura de goma se desplaza, aumentando la presión sobre la prenda.

De esta forma se permite la utilización de un muelle muy ligero que se acciona con la palma de la mano en vez de con el pulgar, por lo que cualquier persona con problemas de agarre doloroso puede lograr una apertura y cierre de la clavija de manera sencilla y placentera.

Para lograr su objetivo, Mr. Tank trabajó mano a mano con su vecina Shirley, a la que hizo probar hasta seis prototipos de su pinza antes de configurar el modelo definitivo, un sistema fácil de fabricar, barato y, sobre todo, no doloroso para personas enfermas o débiles.

Y se lo ha dedicado a su vecina del alma, bautizándola con su nombre, a la que nunca más tendrá que ver apretar los dientes para lograr apretar una dichosa pinza de colgar la ropa.

Probabilidades de comercialización: 95%; tiene nuestro 100% en cuanto la reduzca de tamaño para que puedan ser guardadas fácilmente en el tendedero.

Fuente: Product Tank

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