OPINION

Mejora tu toque con el balón amorfo Corpus Rasenreich

CORPUS 1
CORPUS 1

Ahora que se acerca el mundial de fútbol, los deportistas ya han tomado contacto con el Jabulani de Adidas, el balón oficial de Sudáfrica 2010. Esta bestia de la tecnología, cuya confección robótica pueden ver en este vídeo, no deja de ser un balón perfectamente redondo.

Y decir redondo y perfecto es decir "predecible" en su trayectoria, por mucho que los jugadores tengan que poner de su parte a la hora de patearlo. Quien haya jugado de crío en el descampado con un balón amorfo cuya cámara de aire salía por las costuras como un bazo inflamado convendrán conmigo que aquellos balones sí que eran impredecibles.

Bastaba con tocarlos para que salieran disparados a la buena de Dios, dada la idiosincrasia extraña de su fisionomía. Con este concepto de juego compite el balón Corpus Rasenreich, que agrupa en su figura la Sagrada Trinidad del jugador de fútbol: reacción-coordinación-concentración.

La compañía austriaca dice que estas habilidades se pueden entrenar con los balones de fútbol de aspecto extraño que han creado. Al ser amorfo, permite pulir los reflejos, la interceptación y la habilidad en el regate, ya que no se sabe cómo reacciona la bola a cada microsegundo.

Es como si jugáramos al fútbol con un balón de rugby pero con una forma más atenuada, para que sea difícil de controlar pero no imposible, como muestra este rondo publicitario donde se pone de manifiesto que un entrenamiento hasta puede resultar divertido.

Los balones de fútbol Rasenreich fueron finalistas de los premios BrandNew ISPO de 2010 y se pueden encontrar en dos versiones a un precio de 95.95 €, aquí. El Corpus I tiene forma de patata temprana y el Corpus II un poco más de empanadilla de carne.

Pero no se fíen de su aspecto, pues estamos ante una herramienta rápida y eficaz que mejora todos los aspectos del manejo de la pelota, dando más variedad y diversión a la formación del futbolista profesional.

Fuente: Rasenreich

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