La forma de hablar que mucha gente utiliza en los medios sociales es uno de los grandes problemas educativos que persiguen a estas redes masivas. Especialmente para los jóvenes, que no son realmente conscientes de lo público y lo privado, y al hablar en Facebook o Twitter desconocen que, igual que les escucha su colega del cuarto, también lo hace su profesor de Lengua, al estar todos en el mismo saco de contactos.
What the Quack! es parte de una serie de objetos que preparan a la gente para la vida moderna y que forma parte de las ocurrencias del Ultra-Modern-Life Training Lab, intentos para visualizar nuevos tipos de vigilancia on-line para personas que no son plenamente conscientes que sus palabras, en Internet, no se las lleva el viento.
What the Quack! es un dispositivo USB con forma de patito de goma que convierte nuestras "malas palabras" al usar el ordenador en una suerte de pitido censor, permitiendo sustituir cada una de las palabrotas por la onomatopeya "Quack!" en los textos.
La forma de pato se utiliza porque es inocente y el "Quack!" porque es gracioso y pega con "Fuck!", el término más usada por los anglosajones a la hora de maldecir; además, la lista de palabras para censurar se esconden en un archivo de texto, por lo que cualquier vocablo puede ser añadido al "Quack".
Otro instrumento que pretenden limpiar bocas en Internet es "Pepper mouth", un dispositivo USB con sensor de escritura que lanza un olor a pimienta inquietante (y que afortunadamente no llega al gas pimienta antidisturbios) cuando soltamos improperios en el teclado.
"El objetivo es imitar a mi abuela, que me ponía pimienta en la boca cuando cuando decía palabrotas de niño", afirma uno de los integrantes del Ultra-Modern-Life Training Lab, un colectivo que fabrica piezas que ofrecen una visión humorística, a la par que pesimista, que exploran criterios básicos para cambiar la forma en que interactuamos a través del ordenador.
En este caso, el dispositivo USB también viene con una luz LED roja que avisa cuando detecta que empezamos a despotricar, para que paremos nuestra acción antes de ser rociados con el chorro de olor picante.
Porque más vale prevenir, que estornudar.
Fuente: Ultra-Modern-Life Training Lab
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios