OPINION

Syrinx reduce el miedo que las agujas producen a los niños

JERINGA1
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La jeringa (del griego syrinx, "tubo") es uno de los elementos médicos que producen más pavor entre los pequeños. Análisis de sangre, vacunas, antibióticos en vena...para casi cualquier prueba diagnóstica y en muchos tratamientos se precisa insertar con fino acero inoxidable el brazo o el culete del infante, la mayoría con instrumentos que terminan en agujas hipodérmicas. Y las agujas, por pequeñas que sean, duelen. Mucho al padre y más al hijo.

El diseñador Jesper Nilsson hizo una investigación exhaustiva de las actividades de enfermería para entender cómo podría ayudar a reducir el miedo que las agujas producen en la infancia, para proporcionar una solución que realmente ayude a los niños a superar el temor a las jeringas.

El resultado es Syrinx, una serie de jeringuillas con forma de personajes infantiles, cada una decorada como un suerte de ratoncillo con su propia estética, para que los niños puedan elegir el personaje que más simpatía les despierte antes de pincharles.

Cada jeringuilla tiene su historia contada en relato y, por otra parte, todo el procedimiento de extracción de sangre se mostrará a los niños de una manera pedagógica para que se sientan cómodos y se acostumbren con el proceso.

Se trata de un sistema de sensibilización hacia las agujas, no de un método tan eficaz como para que un niño se auto-inserte él sólo una aguja en el brazo, como muestra la fotografía, donde se ve la estética final del producto. En los bocetos se puede comprobar como la jeringuilla antes de tomar su forma animal pasó por la fase insectívora, disfrazándose de mariposa o mosquito, especies más acordes con la función del objeto.

Sin embargo Jesper pensó que sería necesario mostrar el concepto de pinchazo de una manera más sutil, así que la jeringa pasó por nave espacial hasta terminar en su forma actual, de simpático roedor.

Posibilidades de comercialización: 95%, habrá que ver si funcionan igual que sus homólogas transparentes; pero como lo hagan, estas jeringas pueden inundar las salas de infantil de los hospitales del mundo.

Vía Tuvie

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