Barcelona por fin ha declarado la guerra a su población de palomas, después de la contratación de una empresa para atrapar a estas aves usando un dispositivo neumático que expulsa una gran red, para posteriormente gasear y matar a los ejemplares con dióxido de carbono.
El Ayuntamiento de Barcelona quiere atrapar y matar a una cuarta parte de las palomas en la capital catalana, después que expertos advirtieran que la población era 10 veces mayor que la recomendada por las autoridades sanitarias. Barcelona tiene una densidad de palomas de 4.000 ejemplares por km2, 6.500 en algunas zonas de Ciutat Vella, y era necesario reducir la población doblando las capturas hasta las 41.000 al año.
El ayuntamiento barcelonés acaba de adjudicar a la empresa Colomba Control el contrato. La técnica de esta empresa consiste en atraer a las aves confiadas a una pequeña área para alimentarse, algo bastante sencillo conociendo su voracidad. Una vez reunidas a la hora del almuerzo, una gran red es expulsada por una caja-cañón de aire comprimido, atrapando a docenas de palomas en un solo lanzamiento.
Luego se retiran los animales y se asfixian con dióxido de carbono.
Los cañones pueden ser accionados manualmente o por control remoto, donde las palomas no permitan la presencia de humanos. Se puede actuar tanto en vía publica como en silos de trigo, fabricas alimentarias, harineras, etc..En menos de un segundo se despliega la totalidad de la red, capaz de alcanzar un área que va de 50 a 200 m2.
El ayuntamiento ha ordenado a esta empresa el exterminio de 65.000 palomas durante los próximos 18 meses para controlar la "plaga" que no sólo está propagando enfermedades y alergias, sino que también está causando daños a los monumentos debido a los excrementos corrosivos.
Víctor Peracho, el jefe de servicio de Vigilancia y Control de Plagas Urbanas, afirma que la insistencia de algunas personas por alimentar a las aves, a pesar de la prohibición de hacerlo, junto con el clima cálido, ha causado que la población de palomas “se convierta en incontrolable”.
El método de exterminio utilizado ha causado preocupación entre los activistas de derechos de los animales, que creen que es inhumano e ineficaz en última instancia. Carmen Méndez, presidenta de la Asociación para la Defensa de los Animales, (ADDA), sostiene que "es cruel y al final no hará nada para frenar la población de palomas."
Esta asociación argumenta que los métodos de exterminio simplemente provoca que las palomas pongan más huevos para compensar la falta de congéneres. "Si un cuarto de la población se mata, dentro de dos años regresará a la densidad original en un efecto rebote.", afirman.
En cambio piden la instalación de palomares especiales para alentar a las aves a posarse y donde la población puede ser controlada quitando los huevos recién puestos y sustituyéndolos por huevos falsos en su lugar.
Colomba Control disiente de esa idea y presenta sus credenciales en forma de rapidez y efectividad, mientras carga con gas comprimido otro lanzamiento de su catapulta anti-pichones, para acabar con otro buen número de palomas de un sólo disparo. No hay tiempo que perder.
Vía La Vanguardia y Colomba Control
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