Puede parecer una idea ciertamente extravagante, pero la ocurrencia de curvar las cámaras de fotos del diseñador israelí Yaniv Berg esconde un sentido homenaje a la usabilidad de las antiguas cámaras reflex, aquellas que tenían el visor en la parte de arriba. El cuerpo de la cámara esconde la lente, mientras que la curva al final muestra la imagen en la pantalla sin necesidad de girar el conjunto, al estilo periscopio.
De esta forma desaparece el acto de llevarse la cámara a la cara para disparar, para alegría de agentes secretos y detectives privados. Estas cámaras hacen que el fotógrafo tome la instantánea con la visceralidad del que lo hace desde el estómago, creando una experiencia completamente diferente de entender la fotografía.
Cierto es que muchas otras cámaras incorporan pantallas pivotantes para que el usuario pueda mirar hacia abajo y tomar la foto, pero esta forma está pensada para aumentar la estabilidad al sostener el dispositivo.
Una gran idea, pero llena de interrogantes. ¿Donde va el flash?¿El sensor utilizaría un espejo como los periscopios? ¿Podrá seguir los movimientos rápidos sin pasarse de cuadro? ¿Y los teleobjetivos? Un concepto desconcertante, pero ciertamente interesante, sin duda.
Probabilidades de comercialización: 15%, algo nos dice que los puristas de las reflex nunca accederán a disparar sus cámaras con golpes de pelvis.
Vía Yanko
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