OPINION

Cinco ideas insensatas para mitigar el calentamiento global (y una algo más sensata)

CLIMATE TECH
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** ADVANCE FOR FRIDAY MARCH 16 AND THEREAFTER ** This graphic illustration provided by Roger Angel of the University of Arizona shows a sunshade or solar umbrella composed of small discs designed reduce global warming. With a $70,000 NASA grant, the top U

El calentamiento global es, para muchos, la mayor amenaza para la Tierra en el futuro inmediato. Gabinetes de diseño, ingenieros y visionarios se han puesto manos a la obra para crear soluciones de “geoingeniería” que mitiguen el mal. La combinación de Internet y Photoshop son como gasolina sobre las llamas del calentamiento global.

1 Sombrillas solares en suspensión

De quién es la idea: Inicialmente, del señor Burns, el supervillano de Los Simpsons, que diseñó un disco gigante para bloquear el sol y que Springfield dependiera enteramente de la energía nuclear.

La investigadora Rebeca Shafer fue premiada por la NASA por un proyecto claramente inspirado en el de Mr. Burns: lanzar 16 billones de pequeños discos a 1,5 millones de kilómetros sobre la tierra, creando una especie de parasol que, en teoría debería reducir la radiación solar in 2%.

Por qué es insensata: En primer lugar, el coste de desplegar los discos está más allá de lo razonable. En segundo, las consecuencias son imprevisibles y puede que mucho peores que los resultados conseguidos. El tercero y más importante: la Convención de Diversidad Biológica de las Naciones Unidas ha prohibido cualquier tipo de actuación humana que bloquee la luz del sol.

2 Inyectar grandes cantidades de sulfuro en la atmósfera

De quién es la idea: La erupción del monte Pinatubo (Filipinas, 1991) expulsó millones de toneladas de sulfuro a la atmósfera. Las partículas en suspensión reflejaron la radiación solar y redujeron la temperatura en la superficie del planeta 2 grados.

El director del Instituto Max Planck Paul Crutzen, a la sazón premio Nobel de Química, propuso en 2006 inyectar masivamente sulfuro en las capas altas de la atmósfera. Las partículas serían enviadas en globos a la estratosfera.

Por qué es insensata: ¿Compensar el exceso de emisiones con más emisiones? La idea es tan controvertida que muchos pidieron al prestigioso Crutzen que no la difundiera. Entre los potenciales efectos colaterales de la inyección de sulfuro están la alteración en la formación de las nubes, la interrupción del monzón, esencial en el ciclo agrícola de Asia, y el agotamiento de la capa de ozono.

3 Inyectar grandes cantidades de sulfuro en la atmósfera (bis)

De quién es la idea: La idea era de Kruzten, sí, pero la llevaron a cabo los rusos, en una de las pocas actuaciones de ingeniería contra el cambio climático de las que se tiene noticia. Según cuenta Eli Kintisch en su libro “Hack the planet”, en agosto de 2008 el reputado y polémico científico ruso Yuri Izrael llevó a cabo un experimento cerca de la ciudad de Saratov.

Un helicóptero militar, un Mikoyan soviético, dispersó varios cientos de toneladas de sulfuro sobre una granja abandonada en un área de 4 kilómetros cuadrados. Los sistemas de control detectaron descensos de hasta 2 grados centímetros en la zona en las horas posteriores a la fumigación.

Imagen de David Short.

Por qué es insensata: Una vez más, por las imprevisibles consecuencias de estas actuaciones en ecosistemas locales. Un grupo de científicos rusos alertó de las consecuencias negativas de la geoingeniería pero Izrael las desdeñó: “Esos temores son especulativos y no tienen una base científica”.

4 Irrigar agua marina para formar nubes

De quién es la idea: Unos enormes barcos no tripulados que tripulen los mares, convirtiendo el agua salada en vapor de agua y así aumentar el brillo de las nubes. Es el faraónico plan que propuso en 2007 el profesor de ingeniería de la Universidad de Edinburgo Stephen Salter. De nuevo, el resultado de todo ese vapor de agua en suspensión actuaría como una sombrilla sobre la Tierra.

Por qué es insensata: Para empezar se necesitarían mil de estos barcos patrullando los mares para generar una cantidad suficiente de vapor de agua. Además, existen dos riesgos reales: horadar la capa de ozono e incrementar la acidificación de los océanos.

5 Fertilización del océano con hierro y urea

De quién es la idea: Añadir cantidades ingentes de hierro, urea y otros nutrientes al océano para favorecer el crecimiento de algas y fitoplácton y, Dios mediante, que estos organismos absorban el CO2 atmosférico que, presumiblemente, calienta el planeta.

Un experimento de 1995 en las islas Galápagos demostró que 500 kilos de hierro fueron suficientes para fertilizar un área del mar que, a la postre, fue capaz de capturar 7.000 toneladas de CO2, el equivalente a 2.000 árboles adultos. El fitoplacton contribuye al 44% de la absorción oceánica del dióxido de carbono.

Por qué es insensata: Tan sólo su enunciado ya nos hace recordar aquella frase sobre el remedio y la enfermedad. Los océanos, ya castigados por los vertidos y la depredadora captura de pesca de los hombres, sufrirían una ruptura más en su equilibrio químico, con insospechadas consecuencias.

5+1 Pintar los tejados de blanco

De quién es la idea: Pintar de blanco los tejados de las casas de Los Angeles, repavimentar las calles con un asfalto reflectante y plantar más árboles podría reducir la temperatura de la ciudad entre 2 y 3 grados centígrados. A nivel mundial podría enfriar la Tierra lo suficiente como para equilibrar el calentamiento causado por la emisión de 44 millardos de toneladas de CO2, según el científico Hashem Akbari.

La idea de pintar de blanco la superficie para aumentar el albedo (la energía que rebota la Tierra a la atmósfera) no es nueva. En su libro “En frío” (2008), el estadístico Bjorn Lomborg proponía pintar las calles y edificios de las ciudades de blanco, lo que supondría “reducir la temperatura de Londres en 8°C. El Departamento de Energía de EEUU también ha propuesto que los tejados de los edificios se pinten de blanco para mitigar el calentamiento.

El inventor Eduardo Gold ya lo está pintando de blanco, con buenos resultados, los glaciares del Perú.

En Andalucía ya conocían la tecnología de enfriamiento. En la foto, Olvera, Cádiz.

Por qué es sensata: Es barata, no necesita tecnología avanzada y da trabajo a los pintores.

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