Los planes para construir el edificio más alto del hemisferio occidental acaban de morder el polvo definitivamente. La torre de 1200 apartamentos a orillas del lago Michigan en Chicago, diseñada por Santiago Calatrava, no ha subido ni uno solo de los 609 m de altura que pretendía alzarse.
A principios de este mes, el banco Anglo Irish Bank Corp., Ltd., la entidad que dio los fondos a la promotora para adquirir el terreno en el 400 N. Lake Shore Drive, presentó una demanda de ejecución hipotecaria contra el promotor Garrett Kelleher y el Grupo de Desarrollo Shelbourne Ltd, a cargo de la construcción, ya que habían dejado de pagar el préstamo de 77,3 millones con el que compraron la parcela.
Aunque el 30% de los apartamentos ya estaban vendidos, y por fin se veía el fondo del enorme agujero de sus cimientos, la “broca de taladro” de Calatrava parece que no sólo ha agujereado el suelo de Chicago, sino también los bolsillos de los bancos que apostaron por este ambicioso proyecto.
Aunque la construcción del Chicago Spire comenzó en julio de 2007, las obras se paralizaron en marzo de 2009, mientras el sistema financiero temblaba por la crisis al igual que los cimientos de la estructura. Desde entonces, Garrett Kelleher, del Grupo de Desarrollo Shelbourne Ltd., ha estado buscando dinero para financiar el proyecto, cuyo costé se estimó en 2.400 millones de dólares.
Tras no poder pagar el préstamo al Anglo Irish Bank, éste ha presentado una demanda en los tribunales de ejecución hipotecaria y venta, para poner sus reclamaciones por delante de todas los demás. En los dos últimos años, numerosas empresas que han trabajado en el proyecto han interpuesto embargos contra la promotora, alegando que se les debe más de 46 millones de dólares de trabajo terminado. El Anglo Irish Bank se quedará con el agujero y el terreno de 2,2 acres bañados por el lago donde iba a erigirse.
El Chicago Tribune informó el mes pasado que Santiago Calatrava, que sí que cobró religiosamente, habría mantenido conversaciones con Garrett Kelleher, que le habría pedido que trabajara en un plan alternativo que implicaría dos edificios separados en vez de uno tan alto, de tal manera que se pudieran construir por etapas para ayudar a financiarlo.
Ese proyecto podría beneficiarse de la ubicación frente al mar para añadir un gran hotel, proporcionando otra fuente de ingresos potenciales. Por ahora, sin embargo, seguirá siendo un agujero en el sueño que una vez fue.
"¿I si apeguem un tall ací?"
Fuente: International Construction
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios