¿Y si nos quedamos sin minerales?

Una piedra de coltan.

La ingeniería química Alicia Valero, del CIRCE de Zaragoza, lleva siete años intentando averiguar cuántos minerales quedan en la Tierra, una tarea nada fácil: apenas existe información y, cuando existe, es en la mayoría de los casos propiedad de multinacionales que la consideran un activo crítico y se niegan a compartirla. Aun con todo, Valero advierte que si la tendencia de crecimiento se mantiene y no se descubren reservas significativas, alcanzaremos pronto el pico de producción en muchos minerales: el petróleo en 2008, el cobre en 2024, el del aluminio, en 2057 y el del hierro, en 2068.

El pico de producción es el punto en el que la demanda de un bien supera a la oferta, de modo que los precios empiezan a aumentar rápidamente. Aunque desde ese momento hasta el agotamiento pueden transcurrir décadas (o siglos) ahí entra un concepto termodinámico: cuando la concentración de un recurso tiende a cero, la energía necesaria para extraerlo tiende a infinito. Por ejemplo, hay toneladas de oro disuelta en los océanos pero la energía requerida para extraerlo es tal que no tiene sentido económico.

En un sistema de producción tan dependiente de los minerales debería de existir un “censo” exhaustivo de los mismos.  En tu tesis doctoral denuncias que no existe tal, ¿a qué se debe?

Hay dos grandes razones: la primera es que la corteza de la tierra es sumamente complicada, está poco estudiada por los geólogos y sabemos muy poco lo que tenemos. La segunda es que muchas cosas de lo que sí se sabe están en manos de grandes multinacionales y, a menos de que se los obligue, es difícil que compartan esta información estratégica.

Antes de los años 70 las agencias, tipo IGME en España, el British Geological Survey, en Reino Unido o el US Geological Survey recopilaban todo tipo de información, pero cuando las agencias y las grandes industrias fueron privatizadas se perdió la conexión entre lo que había y la información disponible.

¿Cuáles de los minerales “en peligro de extinción” consideras más críticos hoy en día?

El litio va a ser necesario para el almacenamiento de energía eléctrica, y hay que ver si existe una oferta suficiente para cubrir la demanda. Pero hay otros: tierras raras para la microelectrónica, fosfatos para la agricultura o diversos metales para la construcción de infraestructuras...

¿Qué consecuencias tiene el “pico de producción”? Porque supuestamente ya hemos alcanzado el pico del petróleo y, sin embargo, los precios no han crecido aún tanto como se esperaba.

Los precios del petróleo no han crecido porque estamos en un período de crisis. Por mi experiencia en otros  minerales, la curva de Hubbert no es una parábola perfecta. Lo que prima es la escasez; si se recupera la demanda los precios acaban subiendo.

¿Conforme vayamos alcanzando los picos de producción de los minerales asistiremos a movimientos especulativos en torno a ellos?

Creo que sí. Las empresas saben que ciertos minerales existen en determinados sitios y posponen su prospección hasta que la demanda real es significativa.

Pero la especulación será probablemente distinta a la que se produce con el petróleo. Así como con el combustible estamos más sensibilizados, en el tema de los minerales no energéticos no somos conscientes de cómo nos afecta, por ejemplo, la escasez de cobre.

¿Existen alternativas sintéticas para estos minerales?

Se están estudiando biomateriales y alternativas de sustitución entre metales (como reemplazar el aluminio por el cobre como conductor). Sin embargo, en la Unión Europea no existe prácticamente ninguna convocatoria de investigación sobre este tema. Gran parte de las ayudas se dedican al cambio climático. Es decir, se prima la mitigación en lugar de profundizar en las causas que la provocan, como la extracción de minerales.

España es dependiente energéticamente (80%). ¿Qué tal estamos de materias primas?

Andamos bien en minerales no metálicos pero peor en metálicos. España era una de los mayores exportadores de mercurio (las minas de Almadén), pero o bien se están agotando o bien se han cerrado por la alta toxicidad. Según mis cálculos ya se ha agotado el 92% de las reservas mundiales de mercurio.

¿Cómo puede afectar a los precios y a la oferta el control estricto de China sobre los minerales raros y su creciente influencia en África para detentar más minerales?

Los chinos tienen claro que para industrializarse tienen que utilizar minerales y, en efecto, están comprando minas en África. Los chinos han pasado de comprar piezas a Alemania a comprar máquinas que producen esas piezas

¿Le han acusado de apocalíptica por decir esto?

Sí, pero sólo en foros no científicos, pero a los periodistas os gusta mucho poner titulares apocalípticos. Yo me limito a avisar de la futura escasez para que, mientras tengamos tiempo, podamos plantear alternativas factibles.