La “Guía de supervivencia a un ataque zombie” de Max Brooks lo dejó muy claro en su momento: cuando llegue la invasión zombie tienes dos opciones: permanecer en un lugar seguro e inaccesible o estar todo el tiempo en movimiento. Cada una de las dos propuestas finalistas del concurso de un refugio anti-zombie se inclinan por cada una de las opciones.
El proyecto SS Huckleberry, bautizado en honor al héroe de Mark Twain, consiste en un convoy de barcos que circulará por el Río Mississippi (porque la invasión zombie tiene todas las papeletas de empezar en Nueva Orleans), aunando movilidad y seguridad. El convoy está integrado por cuatro barcos-vagones, el primero para remolcar y defenderse, el segundo para dormir en contenedores cerrados al vacío, el tercero para cultivar alimentos y el último como almacén y para generar combustible.
¿Y de dónde sale el combustible? Pues de los propios zombies: en un estanque de cal viva se depositan los cuerpos de los zombies, a los que se atrae con cerebros frescos. Una mezcla de metanol se mezcla con la pasta de zombie para generar combustible diesel que haga avanzar el convoy por el río.
El segundo proyecto más votado a la hora de escribir este artículo (1.653 votos, 100 menos que el SS Huckleberry) es el llamado Z Pod 40 días y está basado en el viejo concepto de la ciudad amurallada. La primera barrera está dotada de una enorme batería de sierras mecánicas, que debería impedir que los zombies llegaran a la segunda barrera. Por si acaso, este segundo nivel está relleno de gas y lanza llamaradas de fuego a los muertos vivientes que hayan sobrevivido a las sierras. Finalmente, en el tercer nivel está la habitación del pánico, que sólo da para acoger a dos personas y durante un máximo de 40 días, que es lo que duran los víveres.
Los otros dos proyectos en liza están mucho menos desarrollados y se basan en una idea similar: limitar la accesibilidad al refugio, enterrado a gran profundidad en ambos casos, mediante galerías de difícil acceso.
Posibilidades de desarrollo: Este tipo de iniciativas son loables, en tanto nos mantienen preparados ante la inminencia del ataque zombie aunque también se olvidan de un detalle: nosotros somos los futuros zombies y
El concurso para construir un refugio anti-zombies está impulsado por una asociación de arquitectos de EEUU.
Visto en IO9.
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