OPINION

"Stingray", una cuchilla de agua que desactiva artefactos explosivos, mejor invento del año por la revista TIME

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Según los documentos desclasificados de Wikileaks, las explosiones de “artefactos caseros” en las calles y carreteras de Afganistán han causado cerca de 5.000 víctimas, entre civiles y soldados de la coalición, el 70% de las bajas de los militares.

Estas bombas artesanales se conocen como IEDs (improvised explosive devices) y fueron bautizados así por el ejército británico en la década de 1970, después de que el IRA las utilizara, con fertilizantes y Semtex comprado a Libia, para hacer efectivos dispositivos-trampa.

El Stingray, desarrollado por el Laboratorio Nacional Sandia en Nuevo Mexico, es un sistema que permite desactivar artefactos improvisados mediante una “cuchilla” o lámina de agua a muy alta presión. 7.000 de estos dispositivos, a 58 $ la unidad, ya han sido enviados a Afganistán para ayudar a los soldados a librarse de los IEDs.

El Stingray ha sido creado por Steve Todd, un ingeniero mecánico y de materiales con amplia experiencia en la Marina, y se basa en una carcasa rellena de agua y un material explosivo que, cuando detona, crea una onda de choque que viaja a través del líquido y es capaz de penetrar en el acero, cortando todo lo que encuentre a su paso. “Es como tener un cuchillo mucho más potente y afilado”, afirma su creador.

El Stingray puede ser colocado al lado del explosivo o a cierta distancia, y gracias a sus patas de plástico (que le dan cierto parecido a un R2-D2) se puede orientar en diferentes posiciones para desactivar bombas. También ha sido construido de esta manera para que los robots artificieros puedan colocarlo fácilmente cerca de un objetivo.

A diferencia de los explosivos tradicionales para anular bombas, donde la liberación de la energía es igual en todas las direcciones, esta tecnología unidireccional esta pensada para manipular deliberadamente los explosivos por la parte más adecuada.

Una vez detonado la lengüeta del Stingray, el agua hace dos cosas: en primer lugar, corta a través de la carcasa exterior del IED, ya sea de metal, madera o plástico. En segundo lugar, una vez que la lámina de agua entra en el artefacto explosivo, fragmenta de raíz cables, detonadores y cualquier parte mecánica que la bomba utilice para hacer contacto, evitando su explosión.

En teoría el agua destruye la bomba sin detonar, lo cual es una gran ventaja. Otros sistemas de desactivación utilizan una lanza de metal fundido, que penetra y también destruye artefactos, pero debido a que el metal está tan caliente, a veces se puede detonar el explosivo en lugar de desarmarlo.

Los investigadores usaron simulación por ordenador de alta velocidad y rayos X para observar el interior de los artefactos durante la implosión, para afinar el diseño. La primera prioridad de la compañía es conseguir que el Stingray sea ampliamente utilizado por las tropas en Afganistán; pero con el tiempo los Laboratorios Sandia también están interesados en venderlo a la Policía y los organismos de seguridad aeroportuaria.

El dispositivo también podría ser utilizado para entrar por la fuerza en los edificios. Aunque mejor que no te pille mirando por la cerradura de la puerta.

Lo ha premiado en la categoría de "Military" la revista TIME.

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