OPINION

El proyecto japonés “Super Apolo” pretende que el Sahara proporcione la mitad de la energía que necesita el mundo

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“The Sahara Solar Breeder Project” es un gran proyecto gestionado por científicos japoneses, líderes en su campo en distintas universidades, cuyo objetivo es proporcionar la solución definitiva a nuestra dependencia de los recursos energéticos finitos. Este proyecto utilizará el desierto más grande del mundo, el Sahara, como fuente de energía casi ilimitada.

Los desiertos tienen luz del sol sobre ellos en un área inmensa, y su arena contiene una gran cantidad de sílice, la materia prima para el silicio. La idea nipona es construir plantas de fabricación de silicio en el desierto, con el que fabricar paneles solares y que, a su vez, den lugar a plantas de energía solar en el desierto.

La energía obtenida se utilizará para construir más de plantas de silicio, que generarán más plantas de energía para un "mejoramiento" progresivo del proceso. En el futuro, estas plantas podrían suministrar energía a todo el mundo, a través de líneas de superconductores de alta temperatura.

La idea gira sobre una premisa básica: si somos capaces de usar arena del desierto para hacer una sustancia que proporciona energía (silicio), esta será la clave para resolver el problema medioambiental que nos acecha. En su fase inicial, se estudiará la posibilidad de fabricación de silicio de alta pureza con la arena del desierto y la construcción de un superconductor a alta temperatura que pueda operar a larga distancia.

Lo que se quiere establecer en esta primera fase es la tecnología para, usando arena del desierto, lograr fabricar una tonelada de silicio al año, mientras se recopilan datos básicos para la solución de problemas, como posibles protecciones contra las tormentas de arena o la forma de conectar la fuente de alimentación desde el desierto al resto del mundo a través de superconductores, cables que deben ser enfriados con nitrógeno líquido en un clima tropical y que necesitan estudios sobre la profundidad a la que deben ser enterrados para reducir al mínimo las fluctuaciones de temperatura.

El objetivo final es lograr una planta solar con una capacidad anual de al menos 100 GW para 2050, lo que realmente ayudaría a resolver el problema de energía del mundo, ya que sería capaz de suministrar la mitad del consumo de la Tierra. El líder del proyecto, el profesor Hideomi Koinuma, lo llama el “Super Proyecto Apolo”, en honor al dios griego.

En la antigüedad, la energía del Sol se creía que era el poder del dios Apolo. La idea es que el proyecto "Super Apolo" cree un cambio de paradigma en el sistema energético del mundo, mediante el aprovechamiento de la energía solar a través de superconductores.

El nombre del proyecto significa la intención de beneficiar a la humanidad, de modo que trascendería al proyecto original en el que la NASA ponía un hombre en la Luna, para ponerlo en las calurosas tierras saharianas. Los científicos japoneses detrás de Apolo creen que la tecnología nipona podría ayudar a resolver el problema de energía del mundo, y también mejorar la ciencia, la tecnología y los niveles de vida en África.

Y es que otro de los objetivos principales de este proyecto es la formación de científicos e ingenieros de países en desarrollo, para capacitar a las personas y trasladar la tecnología bien conocida de los países desarrollados para enseñar a la gente cómo usarla; “Nuestro objetivo es trabajar juntos desde la etapa de investigación básica, para que podamos descubrir y criar a los científicos e ingenieros con talento en África, que a la postre serán los que nos ayuden a salvar el mundo”, afirma el profesor Koinuma a DigInfo TV.

Por eso el proyecto Sahara Solar Breeder, aunque se realiza por un conjunto de universidades de Japón y Argelia, a través del Proyecto Internacional de Investigación sobre Temas Globales, en última instancia requerirá de un esfuerzo de todo el mundo, especialmente de los países del norte de África.

Probabilidades para que el continente negro sea nuestra salvación: Lejanas. Fabricar silicio con arena de desierto...todavía no es posible; tender superconductores HVDC a larga distancia...todavía no es posible; demasiado ambicioso incluso para los japoneses. Aunque enormemente esperanzador si se mira a 30 años vista.

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