OPINION

¿Te inyectarías orina en vena a diario para perder peso?

Injecting
Injecting
A needle with a drop of a substance on it; doctor prepairing to inject.

La orinoterapia es una práctica dentro de las medicinas alternativas que consiste en el uso de la orina humana con fines supuestamente terapéuticos. En Japón más de 13 millones de personas beben su orina y en la India también es una practica habitual para personas de todas las edades; según sus adeptos, sirve para curar desde reumatismos a enfermedades crónicas como el cáncer, la diabetes y otras enfermedades “incurables”.

Dicho uso puede incluir el beber la propia orina, su aplicación sobre la piel en forma de friegas y cataplasmas o la versión más hardcore del asunto: inyectarse orina en vena para perder peso de manera rápida. La americana Sheryl Paloni ha perdido 20 kg desde junio, cuando oyó hablar de un programa de adelgazamiento muy poco ortodoxo.

Consiste en inyecciones diarias de orina de embarazada. “Me dijeron que podría perder medio kilo al día con un simple chute. Tenía que probarlo. Ahora me siento como si flotara por encima de mis pies”, afirma Sheryl al Boston Channel.

La pérdida de peso no se produce por la orina propiamente dicha, sino por una hormona contenida en ella, en términos técnicos la Gonadotrapina Coriónica Humana (HCG), la hormona del embarazo que hace disparar los predictors y similares pruebas de concepción cuando se empapan en orina de buena esperanza. La conocerán por las nauseas matinales que produce.

La HCG actúa en el cerebro de la persona que quiere perder peso engañando al cuerpo para que crea que está embarazada, lo que le ayuda metabolizar más rápido los alimentos y a cortar el hambre. Pero el programa de adelgazamiento requiere más que unas someras inyecciones de pis.

También viene con una dieta muy restrictiva de calorías. Y existen un montón de escépticos que piensan que, realmente, si uno se pone una dieta de 500 calorías al día, va a perder peso se inyecte orina, sidra o cualquier otro líquido de su elección.

Esta técnica de disminución de peso lleva usándose desde antes de 1990. Incluso en ese entonces, la gente usaba inyecciones intramusculares de hormona HCG a pesar de la falta de evidencias sobre su eficacia. Sin embargo la dieta HCG sí parece haber existido desde hace más de 60 años, pero ha experimentado un resurgimiento en popularidad después de la publicación de uno de los libros de Kevin Trudeau, un gurú de la medicina alternativa, titulado “The Weight Loss Cure They don’t Want You to Know About”

Para los creyentes del credo de la jeringuilla amarilla la dieta funciona de maravilla. Incluso si la HCG es sólo un placebo, como algunos afirman. La señorita Paloni dice que la prueba está en su nuevo cuerpo. “Es una cosa increíble. Realmente lo es. No tengo hambre. He aprendido a comer mejor y me siento muy bien”, afirma, mientras dibuja lo que le ha costado el tratamiento, orina de gestante incluida: entre 300 $ y $ 565 $ para un programa de seis semanas.

Los médicos ciertamente se echan las manos a la cabeza cuando oyen hablar de esta extraña práctica. La conclusión es que resulta potencialmente peligrosa, porque usted no sabe lo que está inyectando en el cuerpo, ya que no hay dos muestras de orina que tengan la misma composición.

El febrero pasado una mujer boliviana de 35 años murió de una infección generalizada después de que una amiga le inyectara orina en el torrente sanguíneo para aplicarle orinoterapia. Según los médicos que la trataron, la orina en la sangre puede provocar la muerte, a causa de una septicemia, de inmediato o en un máximo en 72 horas.

Mostrar comentarios