OPINION

Según un estudio, las infraestructuras para bicis crean hasta el doble de puestos de trabajo que las dedicadas a los coches

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Todavía estamos lejos del ideal de gasto público dedicado a dotar de infraestructuras a los ciclistas de nuestras ciudades. Incluso algunos gobiernos municipales han dejado en la nevera planes aprobados dirigidos a este colectivo por culpa de la crisis. Pero quizá sea la crisis y la falta de empleo la que pueda ayudarnos a cambiar las cosas.

Ya sabíamos que andar en bicicleta es una manera muy eficiente de movilidad personal. Ahora también sabemos que es una buena forma de generar empleo para toda la ciudad. Un estudio del Political Economy Research Institute (PERI, una unidad independiente de la Universidad de Massachusetts que propone políticas viables para mejorar la vida en nuestro planeta) afirma que la construcción de infraestructuras para las bicicletas crea hasta el doble de puestos de trabajo que los proyectos de infraestructura basados en automóviles, como el tendido, la reparación o el asfaltado de las calles.

El estudio, titulado "Estimating the Employment Impacts of Pedestrian, Bicycle, and Road Infrastructure", examinó los datos de creación de empleo a partir de 2008 proporcionados por la ciudad de Baltimore, Maryland. El resultado fue que los proyectos de infraestructura para peatones y bicicletas crearon de 11 a 14 puestos de trabajo por cada millón de dólares de inversión, mientras que las iniciativas de infraestructura vial para automóviles crearon siete puestos de trabajo por cada millón de dólares en gasto.

¿Por qué los efectos en el empleo son tan diferentes? Dos causas importantes pueden estar detrás: la intensidad de mano de obra y los gastos de ingeniería asociados. En primer lugar, la intensidad de trabajo de los proyectos varía. Es decir, algunos proyectos para ciclistas y peatones son más intensivos en mano de obra por darse en el centro de las ciudades. Más proyectos intensivos en mano de obra tendrán un mayor impacto en el empleo.

La segunda causa, y la principal, es que según afirman los investigadores, los ciclistas y peatones requieren más ingenieros que los dedicados a la construcción. Al requerir los proyectos más ingenieros, a menudo este hecho tiene el efecto de crear más puestos de trabajo de apoyo a estos ingenieros. El informe explica que los “proyectos con costes de ingeniería superior (en porcentaje con los gastos totales del proyecto) tienen mayor impacto en el empleo que los proyectos con una participación menor de estos costes de ingeniería”.

Como vemos en el cuadro, la mayoría de puestos de trabajo son creados en el sector de la construcción, independientemente del proyecto. Pero para los proyectos de bicicleta, la segunda industria principal de la creación de empleo es la arquitectura y la ingeniería. Además de la construcción, la ingeniería y la industria manufacturera de los materiales, el empleo también se crea en otros sectores como el comercio al por mayor, el transporte, los servicios de alimentos, la contabilidad y los servicios legales.

Otros estudios han demostrado que las inversiones en instalaciones para bicicletas y peatones puede reducir las emisiones de carbono y mejorar la calidad de vida. Aquí nos encontramos con que estas inversiones aportan un beneficio adicional a la comunidad: son una fuente importante de creación de empleo.

Así que si realmente los gobiernos municipales quieren para impulsar las obras de infraestructura para dinamizar el empleo, a lo mejor deberían ponerse a trabajar en las aceras y los carriles-bici. Este tipo de construcción no sólo generará empleo, sino que en última instancia, creará ciudades más habitables.

El estudio, en pdf, aquí

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