OPINION

El timo cuántico: CronoAltera, una “máquina del tiempo para enviar mensajes al pasado”

cronoaltera
cronoaltera

Física cuántica, cuántas tonterías se dicen en tu nombre. La última nos ha llegado por la indigna vía del spam, pero nos ha llegado de satisfacción, porque se trata del primer proyecto de viajes en el tiempo de capital español: CronoAltera es “una pequeña máquina del tiempo capaz de enviar del futuro a un punto fijo en el pasado pequeñas cantidades de información en formato digital”. Esta información permite, por ejemplo, mejorar la suerte de los participantes, por ejemplo enviando al pasado los números de lotería premiados en el futuro, es decir, en el presente.

CronoAltera afirma tener sus instalaciones –en esencia, un potente rayo láser- en un “lugar aislado de Europa, con gran estabilidad sísmica”, que prefieren mantener en secreto para “evitar sabotajes”. Lo que no quita para que la misteriosa organización demande “un láser industrial, un alternador de 10kw o una turbina tipo Pelton (sic)”. Por esta última, el donante se lleva 300.000 “euros equivalentes” en CronoAltera, una moneda paralela que te da derecho a gastar otros tantos “euros equivalentes” en mensajes al pasado.

Aportar horas de trabajo o material es una de las maneras de beneficiarse de la innovadora ciencia de CronoAltera. La otra, como es lógico, es hacer una desembolso económico. Los donantes que aporten un mínimo de 5€ “tendrán derecho a almacenar en un servidor especial un mensaje que, si la tecnología lo permite, le será entregado en un tiempo pasado”. Ese condicional plantea una duda razonable sobre la eficacia de la máquina del tiempo: lo mismo funciona que no, pero sólo funcionará si unos cuantos primos donantes ponen “capital semilla”. Eso sí, el máximo está limitado a 500 euros equivalentes, un límite que limita la codicia y honra a CronoAltera. Hasta la fecha se han apuntado 13.130 socios en CronoAltera.

La página web de CronoAltera alterna lenguaje seudocientífico con faltas de ortografía (ese “provables” del menú) e imágenes alegóricas de tecnología punta. Como muestra de este argot tan epatante como vacuo valga esta frase:

“Unidad de incremento gravítico, derivado de la acción de potentes láser, que puede ser usada como forma de propulsión en ambientes no atmosféricos con un alto impulso específico (>100.000 segundos)”.

Los mensajes al pasado pueden ser enviados desde un formulario en la propia página web. Una vez realizado el desembolso pertinente –los viajes en el tiempo nunca son gratis- el socio debe indicar  a qué fecha del pasado quiere enviar su mensaje, así como el teléfono, el correo electrónico o la dirección física (sic) a la que quiere enviarlo.

Posibilidades de éxito: 1%. El argumento más habitual en estos casos es obvio: si la máquina del tiempo funcionara ya nos habríamos enterado. O tal vez no: quién sabe si George Soros debe su fortuna a un chivatazo enviado por sí mismo desde el futuro o Nacho Vigalondo ha utilizado las malas artes aprendidas en “Los Cronocrímenes” para conseguir salir de El País. El tiempo nos lo dirá.

Mostrar comentarios