OPINION

El cardio-brazo, una serpiente que te robará el corazón por un agujero en el pecho

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Que te metan una culebra robótica de 102 articulaciones entre pecho y espalda para una cirugía cardiaca no es, precisamente, el paradigma de una operación no invasiva. Pero "Cardio-Arm", este brazo robótico con movimiento de ofidio, es lo último de lo último a la hora de evitar rajar el tórax del enfermo como una sandía.

Creado por investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon (EE.UU.), el cardio-brazo es un robot con forma de serpiente capaz de entrar en el pecho de un paciente a través de una incisión de 2 centímetros en el plexo solar, justo debajo del esternón.

La serpiente y la totalidad de su centenar de articulaciones puede ser controlada con un joystick como el que se usan en videojuegos, mientras que una cámara acoplada a su cabeza permite ver al cirujano hacia dónde se dirige.

Como son dominios ciertamente inhóspitos los de la caja torácica, el cardio-brazo tiene en su cabeza un sensor que proporciona una retroalimentación tácil autónoma, que se incorporará a la señal del operador para que no roce o secciones tejidos circundantes peligrosos.

El brazo es capaz de navegar por toda la superficie del corazón, incluyendo la parte posterior de este y su cabezal puede adaptarse a las herramientas habituales del cirujano a través de unos puertos de trabajo, siendo técnicamente viable llevar a cabo no sólo ablaciones de tejidos, sino también biopsias a la carta y ligaduras de venas y arterias.

La ventaja más importante del cardio-brazo es la capacidad de conservar su configuración y su forma en el espacio de tres dimensiones durante la navegación. Esta función es claramente diferente a como lo hacen los dispositivos endoscópicos, que se basan en un eje estático y la capacidad de controlar sólo la punta.

Esta capacidad de "mantener la forma” mientras avanza es especialmente importante en zonas donde existe especial preocupación por interferir con el corazón latiendo.

El dispositivo ya ha sido utilizado en humanos por médicos en la República Checa, que lo usaron para completar un procedimiento de diagnóstico cardiaco. Y su opinión es que con este sistema, en vez de abrir grandes cicatrices en el pecho una persona, se puede hacer desde una cirugía a una prueba diagnóstica y enviar a los pacientes a casa al día siguiente.

Los robots-serpiente son una de las configuraciones preferidas por los expertos en robótica militar, por su capacidad de trepar por el interior de conductos o tuberías. También se han convertido en el sueño de los buscadores de tesoros, gracias a que se pueden meter por cualquier agujero en busca de las ocultas tumbas egipcias en pirámides y sótanos.

Pero los expertos en robótica de la Universidad Carnegie Mellon quieren que vayan más lejos: directamente a nuestro corazón.

Fuente: Universidad de Carnegie Mellon

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