Las extrañas máquinas del hombre que prueba las cerraduras anti-cacos

Los ladrones pueden entrar en las casas de múltiples maneras, pero sin duda la más eficiente y ruidosa es la que utilizan sus perseguidores, las fuerzas especiales de la policía: mazazo en la cerradura, ariete en la puerta y todo el mundo con las manos en la cabeza.

Una de las claves para la efectividad de un acceso no autorizado es, casi siempre, la destrucción literal de la cerradura por cualquier método. ¿Cuánto puede resistir una cerradura de seguridad ante un ladrón armado con una camioneta de herramientas?

El señor que prueba las cerraduras existe, tiene bata de trabajo azul y nos lo puede decir claramente en este informe de Consumer Report.

Su análisis se basa en una serie de test progresivos, que someten a la cerradura a todo el tipo de judiadas para probar su resistencia hasta que al final se abre. Primero se empieza con una simples ganzúas, para pasar a una máquina que lanza mazazos al bombín y que podría hacer las delicias de cualquier torturador o inquisidor.

Si no cede, el ladrón siempre tendrá a mano una sierra automática para cortar el pasador. Si se resiste, un taladro puede hacer un apaño. Y si sigue sin abrirse, se puede terminar con el famoso golpe de ariete policial, con el que seguro que uno entra como Pedro por su casa. Para ello el operario se ha construido una máquina de poleas que bien podría servir para derribar un muro.

Sí, lo sé; le ha faltado en su lista el test de la botella de aire comprimido de Anton Chigurh en “No es país para viejos”. No se crean, el hombre de azul ya anda trabajando en ello...