OPINION

En el interior de la oficina de las abejas antiterroristas

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La imagen que ilustra este post corresponde al interior del sensor VASOR136 (volatile analysis by specific olfactory recognition), el primer dispositivo que utiliza de manera práctica a nuestras amigas las abejas para detectar a los terroristas y los traficantes de droga antes de que monten en los aviones.

El sistema puede almacenar 36 abejas entrenadas sentadas en cubículos, que se disponen sobre seis cintas en el interior del dispositivo. A cada abeja se le enseña a reconocer un olor particular y asociar el olor con una recompensa en forma de comida.

Durante el modo de funcionamiento, un ventilador aspira el aire y lo pasa sobre las abejas. Si la muestra contiene la sustancia que las abejas están capacitadas para detectar, provoca una respuesta refleja en forma de extensión probóscide (PER): la abeja saca la lengua a la espera de alimentos.

Cuando se detecta, una pantalla integrada capta la reacción de la abeja. Si un número determinados de abejas "saca la lengua", se activa una alarma para advertir de sustancias peligrosas en el aire.

Según los autores del dispositivo, un grupo de investigadores en Hertfordshire (UK), las abejas son detectores ideales porque son baratas, fáciles de conseguir y se puede entrenar en cuestión de minutos. Además tienen límites muy altos de detección, capaces de rastrear vapores en niveles de partes por trillón, comparable a la precisión de un perro sabueso.

Sin embargo, la teoría es conocida. Pero el reto era desarrollar una tecnología para ponerlas a trabajar de manera práctica. Lo ha hecho un equipo de la empresa Inscentinel dirigido por la investigadora británica Mathilde Briens y ha dotado a cada abeja de su propia mesa de oficina, sobre el cual se encuentra el sensor individual de haz de infrarrojos, su pantalla de trabajo.

Cada cartucho contiene un microprocesador, que controla el trabajo de las abejas y comunica los datos de su rendimiento a dirección, que los recibe en la pantalla de una PDA adosada al mango. Esto permite crear fácilmente dispositivos alternativos que contengan más de seis cintas o dispositivos con una pantalla remota, en otro lugar.

El grupo ya ha entrenado a sus abejas para detectar una amplia variedad de compuestos y mezclas explosivas, incluyendo Semtex, C4, PE4, TNT, DMNB y pólvora. También han tenido éxito en la formación de sus abejas para detectar peróxido de hidrógeno, que es uno de los compuestos conocidos para ser utilizado en explosivos de fabricación casera.

Mathilde Briens subraya que las abejas no se ven muy perjudicadas cuando están dentro del sensor, ya que después de su turno, se libera a la abeja y puede volver libremente a su colmena: "esto siempre tienes que tenerlo en cuenta al integrar criaturas vivas en un dispositivo".

Fuente y fotos: Inscentinel

Contacto: Tel: +44 (0) 1582 763133 (x 2713)

Otros animales detectores con peores condiciones laborales que las abejas:

- El sufrido trabajo de los caracoles gigantes africanos que controlan la contaminación

- Las ratas hebreas también detectan explosivos en los aeropuertos

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