OPINION

De cómo las subastas de arte predicen las burbujas económicas (y su estallido)

sothebys burbuja
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Los tres cuadros más caros de la historia –de Pollock, Kooning y Klimt-, vestigios de la burbuja inmobiliaria de 2006.

El pasado mes de marzo Sotheby’s adjudicó en una subasta en Nueva York una vasija china, cuyo precio estimado era de 800 dólares por la asombrosa cifra de 18 millones de dólares, una inaudita apreciación del 22.000%. El comprador era un coleccionista chino, país que ha superado a EEUU como primer mercado de compra de arte en 2010, en lo que parece un signo más de los nuevos tiempos en la primacía económica y política del mundo.

La pujanza de la inversión artística podría ser el indicio de una burbuja especulativa en China, similar a la burbuja inmobiliaria que azotó EEUU y Europa a finales de la década pasada o la tecnológica que explotó durante el cambio de siglo. Una gráfica de la cotización de la famosa firma de subastas –reproducida en The Atlantic- parece un preciso mapa de la evolución de la economía mundial en el último cuarto de siglo.

La relación entre las burbujas especulativas y el mercado del arte es meridiana. Según el escritor Vikram Mansharami, autor de “Boombustology” (“Estallido de la burbuja”), los períodos de subastas récord “suponen un síntoma de exceso de confianza y arrogancia” de los nuevos ricos, en este caso chinos.

Gráfico original: The Atlantic.

Los inversores en antigüedades de la dinastía Ming no hacen más que seguir la senda marcada en su momento por los nuevos ricos del pasado. Así, señala Derek Thompson en The Atlantic, el productor musical David Geffen pagón en 2006 la cifra record de 140 millones de dólares por “Nº. 5, 1948”, de Jackson Pollock, convirtiéndose en la obra de arte más cara de la historia. Ese mismo año se pagaron cifras parecidas por sendos cuadros de Willen de Kooning y Gustav Klimt, todo ello durante el cénit de la burbuja inmobiliaria mundial, de la que aún nos resentimos.

Las cifras récord de la pasada década corren el riesgo de caer ante el empuje de los nuevos ricos chinos. En mayo de 2010 un inversor chino pagó 106 millones de dólares por “Desnudo, hojas verdes y busto”, de Pablo Picasso.

Pero si los picos de cotización de Sothesby’s no son suficientemente indicativos de una burbuja hay otro factor que señala hacia China: la construcción de rascacielos, según Mansharami. La crisis del 29 vino precedida por la frenética construcción de rascacielos en Nueva York. La crisis asiática de 1997 coincidió con la erección de las Torres Petronas en Kuala Lumpur, que superaron a la Sears como la más alta del mundo. En estos momentos la mayor parte de los rascacielos del mundo se están levantando en China. En 2015, cinco de los diez edificios más altos del mundo estarán en China. Y en algunas de sus salas de reuniones lucirán algunos de las obras de arte más caros de la historia.

Posibilidad de que estalle: 100%. Segunda ley de la termodinámica de las burbujas: “No importa el qué sino el cuándo: siempre estallan”.

Visto en The Atlantic.

Y además:

-¿Qué hace la inacabada torre de comunicaciones de Tokio en un grabado del siglo XIX?

-Así luce el barrio chino del futuro.

-Ultra-futurista rascacielos rumano para alumbrar el renacer chino en Taiwán.

-Los rascacielos en espiral con eje de turbina podrían crear energía para alimentar 2000 casas.

-De cómo la burbuja económica desencadenó la hambruna de 2008.

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