OPINION

Fila 9, butaca roja: bienvenidos al cine en 4-D, donde los efectos se sincronizan con los asientos

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El cine se ha convertido en algo más que un lugar para ver películas mientras la gente se atiborra de palomitas. Ahora, con la popularización del 4-D, esas palomitas volarán de su cubo, pues los asientos nos harán movernos al ritmo que marque la película.

Era sólo cuestión de tiempo que los asientos móviles saltaran de los cines IMAX (al igual que una vez lo hizo el 3-D) para moverse al cine más cercano de su casa. Y mucha culpa tiene de ello la empresa canadiense D-Box Technologies Inc., que ya ha instalado su sistema de butacas electro mecánicas en más de 70 salas de cine, proporcionando efectos especiales cinéticos a cada espectador.

De esas 70 salas, 50 se encuentran en Estados Unidos. Los asientos D-Box tienen una serie de movimientos pre-programados que se activan de acuerdo a lo que está sucediendo en la pantalla, incluyendo movimientos vibratorios o movimientos de aceleración para las escenas de coches.

Y hasta movimientos de caída libre, para simular cuando uno se despeña por un acantilado o cuando cae por el hueco del ascensor.

Si se quiere disminuir la intensidad del meneo uno también puede hacerlo, ya que cada asiento D-Box tiene un panel de control en un lateral que permite hacerlo. Los ingenieros canadienses necesitan un algoritmo para pasar cada fotograma de la película y crear un "código de movimiento", que ponen al lado de la banda sonora en el rollo de película.

Sólo con su último título, Fast&Furious Five, les llevó más de 600 horas el programar los asientos para que uno se sienta como si fuera dentro del coche calva con calva de Vin Diesel. Esta señal se envía a cada asiento con la configuración que el espectador desee, dependiendo de la integridad de sus hemorroides, ya que la experiencia puede convertirse en movidita.

D-Box Technologies Inc. acaba de anunciar que uno de sus títulos estrella de este año será por tercera vez una película de Harry Potter, en concreto "Las Reliquias de la Muerte, Parte 2", cuyo estreno mundial será entre el 14 y 16 de julio y donde uno podrá sentir en sus carnes lo que vienen siendo el bamboleo de una escoba voladora.

El precio de una entrada para ver una película sentado en un D-Box, en realista cuarta dimensión, es 8 dólares mas cara que un pase normal. Y es que la tecnología usada tampoco es barata: cada asiento cuesta alrededor de los 10.000 dólares. Aún con lo elevado de la inversión, la compañía afirma que pretenden instalar sus butacas en más de 200 cines antes de final de año.

Aunque tienen un objetivo que es aún más ambicioso: instalar un D-Box en cada casa para enchufarlo al Home Cinema. De hecho D-Box es una compañía que comenzó haciendo asientos móviles para videojuegos. ¡Que tiemblen los vecinos más que los espectadores!

Probabilidades de que D-Box llegue a España: muchas. Aunque mezclar carísimos asientos que se mueven y un pack combo mega-gigante con nachos y extra de salsa puede convertir los cines en un armageddon de guarrería voladora. ¡Vayan con chubasquero si les toca butaca azul!

Vía imdb

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