Obi Wan Kenobi, el cerebro de algunos de los más devastadores ataques contra el Imperio Galáctico y el hombre más perseguido de la Galaxia, resultó muerto en un tiroteo con las fuerzas imperiales cerca de Alderaan, anunció Darth Vader el domingo.
Con esta entradilla, pero con los personajes y lugares ya por todos conocidos, redactó el New York Times en su edición digital del lunes 2 de mayo el anuncio de Obama sobre la captura y destrucción del enemigo público nº1 de EE.UU.
Ahora The Galactic Empire Times, el símil temporal (pero interestelar) del famoso rotativo americano, ha clonado la página entera de aquel día usando los personajes de la célebre saga, en un fantabuloso retruécano que arroja no pocos interrogantes sobre cuál es realmente el bando en el que nos encontramos.
Y es que la cercanía de las naturalezas vitales de Osama Bin Laden y Obi Wan Kenobi van más allá de las tres patas que forman su nombre.
Ambos tenían barba e iban vestidos con moda adaptada al ambiente desértico. Ambos estaban dedicados en cuerpo y alma a una antigua religión que profesa el amor, pero impone la creencia a punta de espada; una religión donde los niños campesinos pobres (o rubios) eran invitados a unirse al credo para arremeter contra la percepción de las políticas imperiales de una superpotencia expansionista.
Y lo más importante: uno tiró de aviones a reacción, y el otro de X-Wings a fusión, para hacer saltar por los aires el símbolo del imperio.
¿Y quién mejor para anunciar justa venganza? Pues un personaje más negro que Obama, el propio Darth Vader. "Las tropas de asalto no han resultado dañadas," dijo Lord Vader. "Se tuvo cuidado de evitar víctimas civiles. Después de un tiroteo, que derrotó a mi antiguo maestro, tomamos la custodia del cuerpo”.
La tradición Jedi requiere un entierro dentro de las 24 horas siguientes al deceso, pero al hacerlo en el espacio profundo, las autoridades imperiales presumiblemente estaban tratando de evitar la creación de un santuario para sus seguidores.
Lord Vader se ha negado a presentar las fotografías del cuerpo, que describe como "demasiado terribles" para ser vistas por cualquier habitante de la galaxia.
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