OPINION

Bill Gates financia un cargador de teléfono para el Tercer Mundo que se alimenta con sólo conectarlo a la tierra

aviva
aviva

¿Quieres cargar el teléfono móvil y no tienes una red eléctrica cercana? Quizá dentro de poco podrás hacerlo simplemente conectando el teléfono al suelo que nos soporta, gracias a toda una colección de microbios que actúan de aliados en esta insólita tarea.

Un equipo de investigadores de la Escuela de Ingeniería y Ciencias Aplicadas (SEAS) de la Universidad de Harvard está desarrollando un cargador para teléfonos móviles basado en la energía de los microbios, más concretamente en una célula de combustible microbiana (MFC) que permitiría cargar los teléfonos móviles en cualquier lugar. Sólo habría que conectarlo a la tierra, literalmente.

El proyecto está liderado por la Dra. Aviva Presser Aiden, una estudiante de postdoctorado que en abril recibió una ayuda financiera de 100.000 dólares (unos 70.000 euros), procedentes de la fundación para los grandes desafíos que presiden Bill y Melinda Gates.

Y es que el uso de la tierra para cargar los teléfonos móviles y otra tecnología portátil puede ser una solución revolucionaria, especialmente en los países sin infraestructura eléctrica.

En este caso, los electrones necesarios para la carga son producidos naturalmente por los microbios que se encuentran en el suelo, aprovechando la energía que generan las bacterias cuando descomponen la materia orgánica. Y sólo necesita un cierto nivel de humedad para funcionar.

A partir de un hoyo en el suelo se inserta un electrodo positivo (ánodo) y otro negativo (cátodo) que alimentan un circuito conectado a una batería capaz de encender un LED, hacer funcionar una radio o cargar un teléfono móvil en unas 24 horas.

En este caso se utiliza una superficie conductora para recolectar estos electrones y utilizarlos como fuente de energía. Suena extremadamente simple, pero es que lo es.

De hecho, la Dra. Aviva y su equipo cree que el dispositivo es tan simplista que, con el entrenamiento adecuado, se pueden fabricar a partir de latas de refresco rellenas de tierra, montando un dispositivo completo a partir de cero en tan sólo unos minutos y a un coste de menos de un dólar.

Este es el precio que la gente paga en las tiendas donde tienen que ir a cargar el teléfono desde kilómetros de distancia, por lo que con la primera recarga ya estaría amortizado.

El próximo paso del proyecto será distribuir y testar estos cargadores por todo el África subsahariana, donde más de 500 millones de personas carecen de acceso a la electricidad, aunque exista un teléfono móvil en el 22% de todos los hogares.

Los investigadores pasarán las dos primeras semanas recogiendo datos sobre el comportamiento de los africanos respecto al uso del teléfono y la frecuencia de recarga.

Después de este período inicial, instalarán una serie de prototipos en los hogares de familias voluntarias, mostrando a estas familias la forma de conectar sus teléfonos de una forma sencilla y tremendamente barata: simplemente haciendo un hoyo en el suelo para sacar la tierra y dejando a los microbios hacer el trabajo que llevan realizando desde hace millones de años.

Fuente: Universidad de Harvard

Mostrar comentarios