OPINION

Pejazzling: ¿el 40% de los que decoran su pubis con cristales Swarovski son hombres?

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¿Se acuerdan del vajazzling, la decoración púbico-cristalina? Se puso de moda el año pasado gracias a la actriz Jennifer Love-Hewitt, cuando desveló la técnica en un libro en el que contaba sus experiencias picantonas, donde le dedicaba un capítulo entero.

Consiste en depilarse el pubis y colocarse una suerte de tatuaje de piedras brillantes para dejar aquello deslumbrante y listo para revista. “Después de terminar con mi novio, me encomendé al señor Swarovski para que mi amigo brillara como una bola de discoteca. Hoy mismo estoy Vajazzled. Todas las mujeres deberían probarlo” pregonaba en negro sobre blanco.

La técnica se ha puesto muy de moda en Estados Unidos y ya va poco a poco extendiéndose en Europa y España, donde se ofrece en algunos salones de belleza. Era sólo cuestión de tiempo que después de la versión femenina llegara la masculina, para también dejarse el bajo vientre como una granja solar de brillante. Y es que así lo pide el mercado.

De acuerdo con un estudio hecho entre los propietarios de salones de bellezas ingleses, en torno al 40 por ciento de los clientes que solicitan un vajazzling son clientes masculino, que además del pubis también pueden decorarse el propio pene. Así, que...¿por qué no sacar una línea del producto para ellos?

Dicho y hecho: Vajazzled se hincha de orgullo y satisfacción en presentar a Pejazzling, los nuevos diseños y el aplicador con mango del macho que no sólo se cuida; también se honra. Y es que las mujeres no necesariamente quieren un hombre áspero y de pelo en entrepierna.

Algunas prefieren un hombre que está preparado para el futuro y se ocupa de sí mismo, desde las ojeras hasta el perineo. Es cuestión de que cada uno se convierta en su propia marca. Y si esa marca es un pene y brilla cuando uno se baja los calzones, miel sobre hojuelas.

La casa matriz aconseja a los usuarios del Pejazzling un afeitado de todo el vello antes de aplicar los cristales; o para los pubis «muy peludos", una depilación "con cera prudente" o una sesión de láser para dejar la superficie más afable.

Para los que se sienten incomprensiblemente reticentes, insisten en que no sólo las regiones inferiores pueden ser decoradas con cristales. También se pueden llevar a un ladito de la tripa, entre los pliegues de los abdominales; o también utilizar los cristales para adornar los brazos, el pecho o la espalda.

Piense en ello como un tatuaje de cristal. Y tenga cuidado al subir la cremallera, si se considera un tipo “Pejazzling”.

Vía Buzzfeed

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