OPINION

El pequeño escarabajo mediterráneo que se come a los anfibios atacándoles por la espalda

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El Epomis circumscriptus es un raro escarabajo presente en la península ibérica (desde Coimbra hasta Gerona) y también en muchas de las regiones del arco mediterráneo.

Es un tipo de escarabajo de tierra del género Epomis que tiene un extraño hábito alimentario: las larvas se alimentan exclusivamente de anfibios, una fuente de nutrientes que es esencial para la terminación de su ciclo de vida, mientras que la dieta de los escarabajos adultos se compone de invertebrados terrestres y vertebrados muertos.

Aunque normalmente son los sapos los que se comen a los insectos, con esta especie se produce un insólito cambio de roles en el mundo animal.

Y así lo demuestra una nueva investigación de la Universidad de Tel Aviv, que ha encontrado que el escarabajo Epomis, presente en Israel mediante dos especies, además de comer anfibios muertos, también mata y come anfibios vivos que muchas veces multiplican X10 su tamaño.

La universidad hebrea ha filmado por primera vez un ataque de estos escarabajos a sapos y otras especies vislumbrando nuevos conocimientos sobre las reglas que rigen la interacciones de anfibios e insectos; y han documentando un fenómeno tan extraño como que los invertebrados puedan matar a animales vertebrados sin la necesidad de un potente veneno, utilizando una especie de “puñalada trapera dada con nocturnidad y alevosía” sólo con sus potentes mandíbulas.

En un giro del destino casi enfermizo, este tipo de escarabajos en la naturaleza a menudo convive con su comida antes de la cena, compartiendo el refugio o la guarida con los anfibios por el día junto a ellos, antes de que las cosas se vuelven moviditas y mortales por la noche. Y además tienen un gran estómago, pues también son capaces de matar y degustar otros anfibios.

En el laboratorio se observó el comportamiento de depredación de los escarabajos adultos sobre cinco especies de anfibios: el sapo verde (viridis bufo), la rana savignyi (Hyla savignyi), la rana verde (bedriagae Rana), el tritón de bandas (vittatus Triturus) y la salamandra de fuego (Salamandra salamandra infraimmaculata). Todas ellas acabaron en su estómago.

Su técnica es depurada: el escarabajo mata a los anfibios gracias a una mordedura en la espalda, a la que la rana o el sapo reacciona de forma violenta, tratando de tirar de su parte posterior al escarabajo.

El escarabajo hace una incisión en la parte trasera del anfibio y ancla su estoque esperando el movimiento desgarrador que le permita paralizar el sistema nervioso del animal a los pocos minutos. Luego, poco a poco, lo devora vivo comenzando por las inmóviles piernas y tirando hacia arriba. Por lo general le toma varias horas completar el festín.

Los resultados de este estudio sirven como evidencia de que los escarabajos Epomis, tanto larvas como adultos, son depredadores especializados en anfibios y que, además, se aprovechan de varias especies de estos vertebrados para su alimentación.

Y que también muchas veces el bicho chico se come al grande con técnicas de ataque que no por nada tienen millones de años de evolución.

Fuente Eureka Alert

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