El 80% de los accidentes entre coches y bicicletas se producen cuando una ciclista circula en línea recta y un vehículo maniobra o abre la puerta sin percatarse de su presencia.
El factor de accidente más común es no mirar adecuadamente por parte del conductor de un vehículo; aunque la evidencia también muestra que las bicis, simplemente, parecen transparentes a los espejos retrovisores y a los ojos de los conductores.
Un dispositivo inventado por una estudiante de diseño británica podría ayudar a nivelar la jungla del asfalto un poco. Se llama BLAZE y alerta a los conductores de la presencia de un ciclista mediante la proyección de una imagen láser sobre la carretera, unos metros por delante de la bicicleta.
Emily Brooke, una estudiante de diseño de último curso de la Universidad de Brighton, creó BLAZE con el fin de hacer a los cilclistas visibles varios metros por delante. El dispositivo funciona con pilas, se monta en el manillar de una bicicleta (o de una moto) y dispara una proyección láser de color verde brillante con el símbolo de una advertencia para bicicletas.
Ese símbolo es visible incluso de día y se puede programar para encenderse y apagarse, siendo así más efectivo. La idea es que los automovilistas, incluso si miran por el retrovisor y tienen un ciclista en su punto ciego, se den cuenta de la imagen para detectar la bici ante de darse cuenta que tienen un ciclista sobre el capó.
Emily trabajó con expertos en seguridad vial, psicólogos y expertos en conducción para el desarrollo de la idea, un concepto que ha ganado un gran reconocimiento internacional y que le ha valido a Emily una beca en el Babson College en Massachusetts, donde trabajará en el desarrollo del producto final.
La invención de Emily es una reminiscencia del LightLane, un prototipo de dispositivo montado en una bicicleta que utilizaba rayos láser para proyectar un carril bici virtual al lado y detrás del usuario. Nunca salió adelante, quizá porque este concepto olvidó que las mayoría de los accidentes vienen precisamente por delante.
Emily ha dado con Blaze el suficiente espacio para anticipar el golpe. Ahora vendrá lo más difícil, que el conductor capte el mensaje.
Fuente: Universidad de Brighton
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