OPINION

Una cinta con voz grabada, el plan B del hipnotizador con buen ojo

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¿Alguna vez os habéis preguntado qué pasaría si una persona que ha sido hipnotizada es abandonada a su suerte por el hipnotizador cuando, por ejemplo, le da un ataque al corazón? ¿Cómo se despierta entonces sin causarle el supuesto cataclismo mental que produciría una interrupción del plácido sueño?

Pues parece que pocas veces, salvo en la ficción del cine, se ha producido la escena que sufrió el sensitivo Mr. Days, un hipnotizador inglés que en medio de una función en Dorset tropezó con la pierna de uno de sus tres hipnotizados y se precipitó de bruces contra el suelo, quedando sin sentido por el tremendo golpe.

No se conocen muchos ejemplos de la repercusión real de estado hipnótico ininterrumpido, aunque la hipótesis más plausible es que simplemente 'desaparece' a través del tiempo.

El desvanecimiento de Mr. Day era el que no desaparecía, por lo que los tres sujetos que en esos momentos actuaban a sus órdenes se quedaron allí, plantados, como pensando en sus cosas, mientras que los trabajadores del teatro iban en busca del botiquín para intentar sacar al artista de su propio sueño.

Menos mal que detrás de cada gran hipnotizador siempre existe una mejor manager. Y si es responsable como la señorita Tara Nix tendrá en su poder el antídoto para estos casos, que no es más que una grabación de la voz del hipnotizador que puede "desbloquear" a los sujetos durante una una emergencia.

En este caso bastó con poner la cinta en una grabadora y enchufarla a las personas “dormidas” para que volvieran a nuestro mundo, como si nunca hubiera pasado nada. Una vez recuperados todos, la manager explicó que “efectivamente, tres personas se quedaron en el escenario dormidas, pero siempre tenemos una cinta de copia de seguridad y un hipnotizador de respaldo para intervenir si es necesario”.

En este caso, no hizo falta hipnotizador reserva, pues todo fue una coña preparada, una simulación ejecutada ante el público.

Y es que actualmente, David está trabajando en un programa piloto de televisión, que explora las teorías y preguntas sin respuesta acerca de la hipnosis. "En esta ocasión, estábamos poniendo a prueba una hipótesis para ver si los sujetos hipnotizados permanecerán en trance, o se despertarán por si solos, si algo malo le sucede al hipnotizador”, declaró a la BBC.

Todo fue planeado y era parte del acto. Los tres invitados hipnotizados habían sido informados de la naturaleza del experimento y se había dispuesto una estrecha vigilancia del proceso en todo momento.

Por supuesto, la comunidad de hipnotizadores mundial ha clavado sus ojos de odio sobre el personaje, calificando esta broma de mal gusto a lo “derribando mitos” directamente de soberana tontería. Y más cuando la señorita Tara, la de la grabadora, ya había corrido la noticia por la BBC como haciéndola pasar por un insólito y embarazoso acontecido.

La BBC descubrió que días después habían vendido en exclusiva de la historia real del experimento a otro tabloide. Lo que viene siendo la típica hipnotización de medios con truco publicitario para hinchar el caché del Señor de Día.

Buen ojo. O malo, según se mire.

Vía BBC

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