OPINION

Eccerobot-2, la versión desnuda de C-3PO que sueña con moverse como un Terminator T-3

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Este es Ecci, el mote cariñoso de ECCEROBOT (Embodied Cognition in a Compliantly Engineered Robot), y su parecido con el famoso droide de protocolo de “Star Wars” despojado de su piel a tiras es la guinda de un proyecto de varios laboratorios europeos de robótica que busca una nueva generación de robots capaces de moverse como un humano, pero añadiendo la mesura y la capacidad de analítico razonamiento del famoso droide de plata y oro.

Todo unido en una sola máquina, con un sólo ojo de cíclope que todo lo ve y que constituye lo que los ingenieros de la Universidad de Zurich (donde actualmente reside) llaman el “robot más avanzado del mundo”, pues como un eccehomo, está hecho a imagen y semejante del hijo del hombre.

Aunque también podría asemejarse a un "plastinator" de Gunther von Hagens que vuelve a la vida. Porque Eccerobot ha sido diseñado para reproducir la forma en que trabajan los músculos y los tendones, y cómo están unidos entre sí. Los huesos de termoplástico copian las formas biológicas humanas y son movidos por electro-poleas, hilos de cometa y cuerdas elásticas que imitan el rebote y la suavidad de los músculos.

Rolf Pfeifer, el director del laboratorio de inteligencia artificial de la Universidad de Zurich, cree que haciendo los robots lo más parecidos a nuestro cuerpo humano se abre un abanico de posibilidades que nos ayudará a retroalimentar la fabricación de todo tipo de órganos artificiales para el hombre, que pudieran ayudarnos a transplantar partes orgánicas defectuosas.

Eccerobot incorpora también una visión similar a la humana (a pesar de su único pero gran ojo) que nutre constántemente de datos su gran cerebro de silicio; el resultado es un humanoide con la capacidad de no sólo moverse, sino también "de pensar y aprender de sus propios errores".

Si, por ejemplo, un movimiento mal calculado le hace chocar o soltar el objeto que sujeta, la información es analizada por el robot para evitar volver a cometer el mismo error la próxima vez, logrando aprender los movimientos como lo haría un niño, a base de muchos ensayos y aprendizaje cognitivo.

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Si la mente es capaz de pensar, comienza el verdadero control del cuerpo en el espacio: gatear, caminar, nadar... Este refinado robot explora su entorno y se muere por agarrar y probar todo como un niño pequeño. Para ello necesita un cuerpo muy bien adaptado, flexible, suave: lo más parecido a un ser humano mimético.

Actualmente Eccerobot-2 ya ha salido de una plataforma con ruedas y están adaptando la electrónica de control para distribuirla al torso inferior. La meta es construir un robot humanoide con dos piernas que puede caminar como un hombre en menos de 10 años.

¿Es entonces cuando la torpeza de movimientos de C-3PO se convertirá, quizá, en la habilidad de un T-3 de Terminator? Sólo el tiempo y el dinero lo saben, pues estos proyectos de robótica cognitiva son caros y difíciles de llevara a cabo a corto plazo.

Aunque la casa de Ecci está actualmente en Zurich, el proyecto de ECCEROBOT, el robot “antropomimético”, lleva tres años gestándose por un consorcio de laboratorios de robótica europeos, entre los que están los de la Universidad Técnica de Munich, la Universidad de Belgrado, Serbia, y la empresa francesa The Studio Robot. Todos los fondos para su financiación han sido suministrados por la empresa privada, junto a dos millones de euros aportados por los fondos europeos.

Más info: Eccerobot

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