OPINION

No es país para meteoritos

España es afortunada. Al menos, no se encuentra en la lista de países que se verían gravemente afectados en caso de que un meteorito impactase sobre nuestro planeta.

Según las conclusiones del estudio realizado por la Southampton University, Reino Unido, que tomando información suministrada por la NASA y un software de simulación de impacto de asteroides llamado NEOImpactor, ha elaborado una lista de las naciones que acarrearían las peores consecuencias del impacto de un cuerpo celeste de gran magnitud contra La Tierra.

Un asteroide no entiende de países ricos y pobres: China, Indonesia, India, Japón, Estados Unidos, Filipinas, Italia, Inglaterra, Brasil y Nigeria son los estados que mayor riesgo tienen de sufrir las peores consecuencias debido a un cataclismo espacial. Para estas naciones el coste en vidas humanas derivadas del choque se contaría por millones, tampoco es casualidad que se trate de las naciones más pobladas del planeta.

“El impacto de un asteroide es cada vez más aceptado por la comunidad científica como el peor desastre natural al que se puede enfrentar la humanidad” afirma Nick Bailey, investigador de la Southampton University y desarrollador del programa NEOImpactor. “Las pérdidas en términos de vidas e infraestructuras serían enormes”. Canadá, Estados Unidos, China, Japón y Suecia son quienes padecerían la mayor destrucción en infraestructuras.

Pese que la tierra no ha sufrido ningún impacto de gran tamaño desde hace más de 65 millones de años, nuestra atmósfera recibe constantemente la llegada de pequeños cuerpos planetarios, que en su mayoría se desintegran antes de llegar a la superficie, e incluso así existen bien documentados más de 31.000 hallazgos de meteoritos. Sin ir más lejos, la semana pasada el cuerpo 2011MD (como lo bautizaron los científicos), un asteroide del tamaño de un camión de basura, pasó rodeando nuestro planeta a tan sólo 12.000 km de la superficie.

El riesgo existe. Hace poco más de 100 años que tuvo lugar la explosión natural más fuerte de la historia reciente de La Tierra. Fue otro meteorito, en la región siberiana de Tunguska, y arrasó una superficie boscosa de más de 40 kilómetros a la redonda. Las estimaciones miden el tamaño del pedrusco entre los 60 y 100 metros, suficiente para impactar con una fuerza de unas 1.000 veces la bomba de Hiroshima. “Mientras que eso sucedió en una zona despoblada de bosque, si hubiese sucedido en una ciudad como Londres lo habría devastado todo en un radio de 25 millas” afirma Bailey.

Por suerte y al menos para los próximos 100 años, no nos encontramos en la trayectoria de ningún cuerpo planetario de gran tamaño. La Tierra tiene la fortuna de evitar la mayor parte de estos fenómenos gracias a que el campo gravitacional del planeta Júpiter desplaza la mayoría de pedruscos que podrían dirigirse hacia nosotros.

Y si alguna vez tuviésemos la desdichada mala suerte de sufrir semejante calamidad, por lo menos contaríamos con la triste certeza de no ser los que peor lo estaríamos pasando. Es un consuelo ¿no?

Vía: telegraph.co.uk

Imagen: NASA

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