OPINION

Estudian utilizar grasa de caimán como combustible en EEUU

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Aunque no sea corriente dentro de nuestras fronteras, hay países donde el consumo de carne de caimán es algo común. Por ejemplo, en algunas regiones de Estados Unidos, como Louisiana y Florida, que cuentan con una gran población de esta especie de cocodrilo.

Cada año se tiran al vertedero aproximadamente 15 millones de libras (unos 6,8 millones de kilos) de grasa de estos animales, que no tiene provecho para el consumo humano. ¿No? Científicos de la Universidad de Lousiana afirman que podría reutilizarse estos desperdicios para la fabricación de un biodiesel de gran calidad. ¿Llenaremos el depósito con grasa de reptil?

Podría ser una buena opción. Hoy en día, ya se utiliza el aceite usado de cocina para la fabricación de biocombustible, pero no resulta suficiente. Sólo en Estados Unidos, el consumo total de gasóleo supera los 170 mil millones de litros anuales. Los investigadores están trabajando en la idea de reutilizar la grasa animal desperdiciada para suplir esta carencia en la producción de combustible ecológico.

Aunque no todas las grasas son válidas los investigadores de la Universidad de Lousiana descubrieron que el alto contenido en lípidos de la grasa de caimán lo convierten en una buena alternativa.

Los resultados de las muestras de grasa sometidas a combustión reflejaron tasas de aprovechamiento de la energía del 61%. Para asegurarse, los investigadores decidieron producir una pequeña cantidad de biocombustible: el producto obtenido reunía las cualidades necesarias para convertirse en biodiesel de alta calidad, aunque necesitaba someterse a un proceso especial de refinamiento para liberarlo de unos niveles demasiado altos de magnesio y calcio.

Los investigadores afirman que los desechos de la industria cárnica de caimanes podrían convertirse en una importante reserva en la producción para Estados Unidos.

El problema, sin embargo, es que un animal no es una fuente de energía renovable tal y como la entendemos. ¿Serán los desechos de la industria cárnica suficientes para producir el combustible necesario? ¿En qué momento empezará a utilizar caimanes sólo para alimentar la voraz maquinaria estadounidense? Y llegados este momento ¿tendremos que añadir al caimán a la (extensa) lista de animales en peligro de extinción?

La revolución del biodiesel en los últimos 5 años vino de la mano de la subida de los precios de los alimentos. No fue causado por el exceso de demanda de cereales para su transformación en combustible, sino por la actuación de los especuladores financieros, interesados en aumentar artificialmente el precio de estos cereales para aumentar sus beneficios. Esto, como es tristemente sabido, ha provocado hambrunas, dificultado el acceso de los más pobres a los alimentos básicos, y en definitiva, añadido  un motivo extra de desespero a las ya maltratadas condiciones de vida de los países en vías de desarrollo.

Hoy, se plantea una nueva alternativa que tal vez sirva para aliviar en parte la calidad de vida de millones de personas, pero a cambio de ver en pocos años como nos dedicamos a cazar y exprimir literalmente a otra especie entera para alimentar los motores de nuestros coches. Si somos capaces de causarle ese sufrimiento a un ser humano, ¿qué no le haremos a un caimán? Y ¿luego que vendrá?

Fuentes: I&EC research, fl-seafood, www.uga.edu, biocarcurante.com, biodieselspain.com, fao.org, lsu.edu

Imágenes: popsci.com, digitalgroup.info, flickr stayraw

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