Se acabaron los disparos accidentales en manos ajenas. Se acabó buscar huellas en el arma homicida. Grissom y compañía lo tendrán mucho más fácil a partir de ahora gracias a los investigadores de la brasileña Universidad de São Paulo, que están trabajando en el primer modelo de ‘arma inteligente’ capaz de reconocer a su dueño gracias a un chip implantado bajo la piel.
La denominada ‘arma electrónica’ lleva en su interior una bobina que bloquea el mecanismo de disparo e impide usarla por otra mano que no sea la de su propietario, permaneciendo inútil para todos los demás.
Mário Gazziro es la cabeza visible de este proyecto desarrollado en el Instituto de Física de São Carlos, organismo dependiente de la Universidad. En agosto de 2010, comenzó a probar el primer prototipo del chip subcutáneo, de tan sólo 9 mm por 1,2 milímetros. “El chip viene envuelto en cristal, recubierto de un material denominado parylene C, tolerado por el organismo de animales y humanos. Su lugar de implantación idónea, bajo la piel, sobre el músculo aductor del dedo meñique, fue escogido pensando en su viabilidad para el arma electrónica” afirma. El chip ha demostrado ser completamente funcional. La bobina que traba el arma apenas tarda 5 millonésimas de segundo en reconocerlo y desbloquearse presta a disparar. De momento, el mayor problema al que se enfrenta Gazziro es que al tratarse de un circuito eléctrico necesita estar cargado para funcionar, aunque afirma estar trabajando en un sistema para que el arma aguante “como mínimo” una semana sin pasar por el enchufe.
Las funciones del chip apuntan a ampliarse en el futuro, con el objetivo de mejorar las condiciones de “seguridad” que envuelven a la ejecución del disparo. “El sistema podrá registrar hora, lugar y autoría del tiro, incluso la orientación de la bala para el caso de que el arma disponga de un giroscopio” planea el investigador.
El uso de microchips subcutáneos, que dentro de nuestras fronteras todavía puede parecer hasta futurista, es mucho más común en países como en Estados Unidos. La FDA (Food an Drug Administration) lleva implantando desde 2004 el llamado Verichip (un chip del tamaño de un grano de arroz muy parecido al utilizado en animales) en los dedos índice o pulgar de sus pacientes aquejados de enfermedades como alzheimer y diabetes. Pasando un sencillo escáner los médicos tienen acceso al historial del doliente, su medicación, sus alergias y cualquier otro dato de información relevante.
Su implantación no fue fácil. Sobre todo debido al recelo de muchos sectores de la sociedad por miedo a ver violada su privacidad y a fundamentalistas religiosos que veían en él el "símbolo de la bestia" (sic).
Posibilidades de que las pistolas saluden al dueño por su nombre: Muy altas. La idea es sensacional y plantea muy pocos puntos en contra. Pero aún llevará tiempo. Según el propio Gazziro, la última fase de implantación tendrá mucho que ver con la clase política, que tendrá que aprobar una ley que autorice el uso de este tipo de arma. En unos años los guionistas de CSI van a tener que estrujarse más el cerebro...
Visto en ifsc.usp.br, jornal do brasil
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