OPINION

El análisis de los restos exhumados de Farinelli confirma que fue castrado

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En julio de 2006, los arqueólogos exhumaron del cementerio de la Cartuja de Bolonia los restos del legendario castrato del siglo 18, Carlo Maria Broschi, mejor conocido como Farinelli, para intentar estudiar los secretos de su prodigiosa voz. Cuando era niño, Farinelli mostró su talento como cantante de ópera y, cuando su padre murió joven, su hermano mayor, Ricardo, tomó la decisión de castrar a Farinelli en una operación ilegal en el momento, con el fin de preservar su voz.

Eso cuenta la historia. O igual habría que decir la leyenda, pues no hay nada probado, ya que los testículos del delito no quedan para la posteridad. Al contrario que la mayoría de los castrati que procedían de familias pobres, Farinelli provenía de la pequeña nobleza italiana por ambas ramas familiares y nació en un hogar con una buena situación económica. Por eso siempre han existido dudas entre los historiadores sobre si realmente fue castrado.

Ahora las dudas han sido disipadas con el análisis definitivo de sus huesos que han publicado en el Journal of Anatomy el equipo de investigadores en Paleoantropología de la Universidad de Pisa María Belcastro, Gino Fornaciari y Valentina Mariotti (2011); y el hallazgo más sobresaliente es que, efectivamente, confirman la castración de Farinelli y afirman que fue lo que le provocó los cambios hormonales que hicieron eterna su voz.

Afirman que esta cercenación de sus atributos probablemente le llevó a desarrollar Hiperostosis Frontal Interna, una patología también conocida Leontiasis Ósea o Síndrome de Morgagni-Stewart-Morel, que consiste en un engrosamiento del hueso frontal de la bóveda craneal y que se encuentra casi exclusivamente en mujeres post-menopáusicas.

Farinelli (o lo que queda de él) a los pies de su sobrina

En las investigaciones que se han realizado para reconstruir el perfil biológico del cantante han participado las universidades italianas de Bolonia, Florencia y Pisa; y una británica, la de York.

Tras el laborioso proceso de restauración de los huesos, en muy mal estado al haber sido trasladados con el tiempo a la tumba de su sobrina nieta Maria Carlotta Pisani (los colocados a sus pies a la buena de Dios) se ha realizado un estudio antropológico físico, que ha permitido obtener información sobre su estatura, sus características cráneo-faciales y la actividad física a la que estuvo expuesto.

En términos de edad, encontraron evidencias de fusión de las suturas craneales, de porosidad de la superficie auricular y de cambios degenerativos en las vértebras, por lo que todo apunta a que Farinelli murió a una edad avanzada, con unos 70 años largos, como bien apunta su biografía (Apulia, 24 de enero de 1705 – Bolonia; 16 de septiembre de 1782).

Con base a la longitud del cúbito derecho, estiman que su altura era de 1,90 m, acorde con el prototipo de castratos: altos y desgarbados, debido a un retraso en la fusión epifisaria de sus huesos. Pero cuando el profesor Belcastro y sus colegas reconstruyeron algunos de los fragmentos de cráneo, descubrieron un engrosamiento extremo de la bóveda craneal, hasta de 21 mm más gruesa.

A medida que el área alrededor del surco sagital no se vio afectada, los autores concluyen que el engrosamiento es por Hiperostosis Frontal Interna (IHF) y que no pudo ser producida por una enfermedad de Paget, una acromegalia, una displasia fibrosa o un tumor cerebral.

Aunque los estudios de la IHF no son muy claros, el hecho de que se da casi exclusivamente en mujeres post-menopáusicas y hombres con alteraciones hormonales (por ejemplo, con síndrome de Klinefelter ) apunta a que la castración le provocó un problema con el equilibrio hormonal de su cuerpo.

Belcastro y sus colegas, después de analizar los huesos, piden de manera sucinta a la comunidad médica una revisión de la literatura clínica sobre e HFI en los hombres y concluyen que esta enfermedad es la que relaciona la prodigiosa voz de los "castratos" con la castración, resultados que constituyen un hallazgo importante para los bioarqueólogos que quieran investigar las vidas de los eunucos, como los que vivieron en el Egipto faraónico o durante el Imperio Romano.

Fuente: Hyperostosis frontalis interna (HFI) and castration: the case of the famous singer Farinelli (1705–1782)

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