OPINION

Un avión-aeropuerto nuclear que permite transbordos de pasajeros sin tocar tierra

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¿Te imaginas que los viajes en avión fuesen parecidos a coger el metro? Tienes un mapa de línea, te planteas llegar a la estación ‘X’, así que planificas tu itinerario teniendo en cuenta los transbordos y las estaciones en las que tienes que parar. Fácil ¿no?

Es la idea propuesta en el proyecto ‘Airborne Metro’: la construcción de una serie de macroaeronaves nucleares capaces de hacer las veces de avión y aeropuerto aéreo, donde los pasajeros puedan bajarse para cambiar de destino.

Cada uno de estos gigantes, que poseería autonomía para mantenerse en el aire durante grandes periodos de tiempo, contaría con capacidad para transportar 3.000 pasajeros y soportar el aterrizaje de varias aeronaves más pequeñas, que harían de lanzaderas.

En el corto plazo seguramente no veremos estas moles surcando los aires. Pero de llegar a realizarse, la función principal de estos aviones-aeropuerto sería la de hacer de enlace para aviones comerciales en largos trayectos. Para ello, recorrerían en bucle las grandes rutas transoceánicas de forma casi permanente impulsados por un hipotético motor nuclear. Una experiencia similar a coger el bus o el metro, pero a lo grande.

La ventaja principal de poblar el espacio aéreo con estos colosos radicaría en las grandes cantidades de combustible ahorrado. Concretamente, un 40% menos por cada 1.000 kilómetros recorridos. Además, ahorraría tiempo de viaje al hacer in situ las tediosas escalas intercontinentales.

La presentación de este concepto viene de la Advisory Council for Aeronautics Research in Europe (ACARE), organización creada en 2001 y encargada del desarrollo de una agenda de investigación estratégica aeronáutica a nivel europeo.

Por desgracia, la construcción de estos prodigios todavía plantea muchos problemas que hacen imposible trasladarlos al mundo real. En primer lugar, el acoplamiento en vuelo es una técnica que (lógicamente) aún no se ha experimentado.

La comparación más a mano la tenemos en el repostaje aéreo, una de las maniobras más difíciles de realizar para la aeronáutica actual. De hecho, los únicos aparatos capaces de llevarla a cabo son los cazas de combate; y necesitan de un diestro piloto para garantizar el éxito de la arriesgada operación. Si sólo se trata de enganchar dos piezas, imaginemos como sería trasvasar equipaje y pasajeros.

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Otro gran impedimento; la propulsión nuclear necesita de materiales muy pesados para garantizar su seguridad, algo que choca con las tendencias aeronaúticas de hoy en día, que giran en torno a usar materiales relativamente ligeros, como el titanio y aluminio.

- Probabilidad de ver el proyecto "Airbone Metro" hecho realidad: Casi Nulas. Quedan muchos, muchos años para que la tecnología permita divisar en los cielos andenes móviles flotantes llenos de gente.

Más información en innopedia, aviationweek,

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