OPINION

Boutiques en Australia implantan el uso de un velo higiénico para no manchar las prendas de maquillaje

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Los probadores de unos grandes almacenes pueden ser lo más parecido a un quirófano; todo es ponerse...cosas encima.

Habíamos visto bolsas de plástico que hacen de calcetín, carefree-tangas extraíbles para proteger bañadores y ahora, estamos muy cerca de ver a las clientas (y algún cliente) llevando en su cabeza un burka higienizado con agujeros, para probarse las camisas sin dejarlas moteadas.

Varios grandes almacenes australianos, entre los que se encuentra las cadenas MaxMara, Country Road y Max & Co, han comenzado a instar a los clientes para que hagan uso del Face-it, un invento de la diseñadora Nicole Jureidini que está hecho del mismo material del que están hechos los sueños del gorro de cirujano y con el que ya ha surtido a más de 200 tiendas a nivel nacional.

La idea surgió de la madre de la inventora, que solía llevar siempre un pañuelo en el bolso para probarse la ropa, por lo que, aprovechando que Nicole trabaja de higienista dental, desarrolló el producto de un material similar a la protección que ella llevaba en la cabeza, pero estirándolo tipo velo y haciéndole unos agujerines, lo que le da un aspecto muy “Jason” de "Viernes 13" (pero en Ramadán), algo que también puede ser práctico para airear los probadores cuando hay exceso de aforo.

"En mi opinión es un poco como el hilo dental", afirma Nicole en su web. "Cuando salió por primera vez nadie sabía lo que era o quería probarlo; y ahora todo el mundo lo usa."

La boutique australiana de ropa de lujo Library Woman fue una las primeras que lo implantó entre sus clientes. Y aseguran que se están ahorrando cientos de dólares australianos cada mes en la obligada limpieza en seco de las prendas, ya que "las mujeres no entienden que cuando una va llena de maquillaje y lápiz labial se convierten en un peligro constante para la ropa".

Y afirman, desde el lado del comerciante, que las máscaras Face-it deberían ser obligatorias en todas las tiendas. El lado del cliente australiano parece que no se ha inclinado todavía por denostar esta práctica, mientras la asimila poco a poco.

Habrá que ver qué como reaccionan las pizpiretas damas burguesas españolas, cuando vean el adminículo en el probador y se suenen los mocos con él, al imaginarse como una Carmen Lomana con un saco de patatas en la cabeza, que también tiene agujeritos.

Más info: Face-it

Vía: News.com.au

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