OPINION

Diga “sayonara baby” a este mundo al estilo Cryomator

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La huella de carbono de una persona sigue creciendo después de su muerte. Los entierros ocupan superficie de tierra utilizable y la cremación libera tantos contaminantes de un cuerpo en la atmósfera que nos deberíamos poner rojos incluso después de abandonar este mundo.

Pero existe esperanza. El Cryomator viene del futuro y ha sido diseñado para darle fuerte a los enormes hornos crematorios tradicionales, enfriando el cuerpo con nitrógeno líquido a -196 ºC hasta que se rompe en miles de trozos, que luego se secan para eliminar el agua y matar a todas las bacterias gracias al trauma térmico y de presión.

El polvo de carbono es retenido en estos restos, haciendo que el impacto en la atmósfera de todo el proceso sea sobre el 75% menos que el de la cremación.

Durante los 3 últimos años, la compañía británica Cryomation Ltd ha desarrollado y patentado este proceso en conjunto con el departamento de Microbiología y Ciencias de la Vida de la Universidad de Hertfordshire (U.K) , para ofrecer una nueva tecnología rentable y ecológica de desaparición de restos en cuatro mercados específicos: eliminación de seres humanos, de mascotas, de animales y de desechos médicos.

Y ya están construyendo la primera unidad comercial del Cryomator, que debe estar en funcionamiento antes de finales de 2012, año en que una directiva de la UE dicta que los crematorios deberían lograr una reducción del 50% en las emisiones de mercurio a la atmósfera para ese año.

De hecho, según los datos de Cryomation Ltd, un 30% de las emisiones de mercurio a nivel mundial en la atmósfera se pueden atribuir a la cremación de animales y personas. Y ya se sabe la ruina que provoca decir "mercurio" hoy en día.

Aunque no es sólo eso. He aquí un ejemplo de lo que la cremación tradicional pone de nuevo en la atmósfera de nosotros.

- 160 kg de CO2

- Mercurio

- Óxidos de nitrógeno

- Monóxido de carbono

- Dióxido de azufre

- Ácido hidrofluorico

- Ácido clorhídrico

- Benceno, etanol, formaldehídos, ciclohexanos, acetona, dioxinas...

Parece claro que no somos polvo...ni en polvo que se lleva el aire nos convertiremos. Por eso igual es mejor ser hielo.

Fuente y fotos: cryomation.co.uk

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