OPINION

Capturando el momento sublime de las explosiones

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Artísticamente, las explosiones son momentos donde las cosas son mucho más grandes que nosotros mismos y escapan más allá de nuestro control. Pero incluso en estos días de imágenes generadas por ordenador, la mejor manera de crear una explosión falsa sigue siendo con una verdadera explosión.

El fotógrafo neozelandés Geoffrey H. Short ha sabido congelar con el obturador de su cámara la explosiones para demostrar su narrativa visual, convirtiéndolas en flores ardiendo en el cielo, literalmente, en grandes bolas de fuego. Y ha inmortalizado esos instantes ayudado por técnicos de efectos especiales de Hollywood, para capturar los "big bangs" en contraste con las negras arenas de la costa oeste de Nueva Zelanda.

Cada gran explosión la han producido en el aire, para minimizar el daño al medio ambiente, utilizando una mezcla de combustibles fósiles y pólvora, lo que nos llevan a pensar sobre el simbolismo de este momento. La creación de todo viene de una gran explosión primigenia, sin ir más lejos.

Y Geoffrey H. Short ha sabido importar el virtuosismo técnico necesario para estas fotografías gracias a su inspiración en años de trabajo como fotógrafo para cine y televisión. Ha bautizado a esta colección "Towards another (big bang) theory"("Hacia otra teoría (big bang)"), con la que fue nominado en el 2010 al Lacoste Elyse Photography Prize.

Aquí puedes ver todas las fotos; y también os dejamos el vídeo que explica el proceso creativo que envuelve la materialización de estas bellas explosiones.

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Otro fotografo que ha querido ver estos fenómenos desde otro prisma diferente es el japonés Naoya Hatakeyama, que en su serie "Blast" utiliza cámaras de control remoto para capturar el drama y la destrucción de la piedra caliza en las operaciones de detonación en las minas japonesas.

En este caso Naoya quiere plasmar el concepto de "peligro", pues vistas de cerca las explosiones de escombros inspiran al espectador a considerar la capacidad humana de destrucción, mientras que proporcionan una perspectiva única sobre la devastación en décimas de segundos de unas formaciones rocosas que tardaron millones de años en formarse.

Más info: El blog de Geoffrey H. Short

Vía Flavorwire

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