Los fans de las bicis no dejan de cantar las ventajas de su medio de transporte predilecto y de lo eficiente, ecológico y sano que es el ejercicio del pedaleo. ¿Y sabéis qué? Llevan razón. De hecho, hay muchos que buscan investigar y ampliar la manera de aprovechar este simple mecanismo y aplicarlo a vehículos del más diverso pelaje. Y lo que es más: a veces, lo hacen con éxito.
Por eso es posible encontrar submarinos a pedales. O aeroplanos. ¡O monorraíles! La cosa va más allá de aquel patinete en la playa que alquilaste con tu primo en Sagunto el año pasado… aunque el mecanismo es el mismo: son 100% limpios y propulsados a base del músculo del usuario.
Aquí tenéis algunos ejemplos de estos transportes tan eco-friendly:
El Scubster
Un gran diseño para un submarino personal… ¡a pedales! La correa de este aparato está conectada a un sistema de dos impulsores, que aprovechan mejor la energía y permite al cacharro impulsarse a velocidades de 3 nudos por hora, mientras le permite sumergirse a una profundidad de unos 6 metros. No está nada mal para un vehículo barato y ecológico, ideal para el turismo y aficionados al submarinismo.
El torpedalo
Si lo de sumergiros no os hace tanta gracia, quizá os puede interesar más montar con los amiguetes en esta chulísima lancha digna de una peli de James Bond. Construida en fibra de carbono, ha sido creada por dos estudiantes británicos, que han sometido a su embarcación al tremendo desafío de cruzar el Atlántico en 38 días, superando el record actual a “pedalo”, que está en 111 días.
Eso sí, los dos intentos realizados hasta la fecha han fracasado… pero el vehículo sigue siendo más que interesante para distancias un poco más razonables.
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Porsche Boxter
De acuerdo: es el coche más lento del mundo… pero sigue siendo un Porsche. Ha sido fabricado en madera y un “esqueleto” de PVC, mientras que se ha rematado por una piel de papel de aluminio. El resultado es un coche ligerísimo, para que desplazarse a base del esfuerzo humano ofrezca cero contaminación. Está expuesto en el Museo Linz de Arte Moderno de Austria.
Aeroplano construido con madera de balsa
Jesse Van Kujik no ha subido jamás a un avión. Nunca. Eso, sin embargo no ha impedido que diseñara un pequeño aeroplano que… ¡funciona! Está construido con madera ligerísima, poliuretano y papel metálico a prueba de roturas. ¡Y pedales, claro! Jesse pudo probar su aeroplano con éxito, comportándose de manera similar a un ala delta.
Ristretto
El coche a pedales más veloz del mundo. El Ristretto está construido por el diseñador Francesco Russo con el objetivo de resultar lo más aerodinámico posible. De hecho, el conductor tiene que ir tumbado, para ofrecer la menor resistencia al aire posible, mientras tiene que guiarse por un espejo. De momento han conseguido alcanzar la estupenda cifra de 92 km/h, y ya están trabajando en la siguiente versión del vehículo, que busca mejorar todas las prestaciones.
El Schweeb
A primera vista, la verdad, parece un poco ridículo eso de desplazarse tumbado y suspendido en el aire. Pero este monorraíl, donde viajamos en tubos de plástico mientras usamos nuestras piernas para impulsar las cápsulas, es seguro, eficaz y de bajo impacto en el medio. Entre los impulsores del invento está Google, que ya ha invertido un millón de dólares en el desarrollo del proyecto. Cuidadín que no pase como en el monorail de Los Simpsons.
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