OPINION

Los peores patinazos médicos en el cine

batvsbane
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La mayoría de críticos, cinéfilos y personas con dos ojos de frente coincidirán en la veracidad de la siguiente frase: el cine contemporáneo se preocupa más de disponer de una buena dosis de efectos especiales que de tener un guión coherente.

Este hecho encima choca más cuando nos acercamos al delicado mundo de la ciencia médica: operaciones a corazón abierto en medio del desierto sin comprobar compatibilidad de órganos, personas con disparos andando tan ricamente, fracturas de vértebras arregladas con una palmadita en la espalda… una enorme multitud de gazapos para que nos acordemos de aquella frase que decían nuestras madres; “hijo, no te creas todo lo que veas en la pantalla”.

Empecemos por un caso fácil; el Dr. House. Esa serie donde el bueno de Hugh Laurie se dedica a experimentar tratamientos de choque con sus pobres víctimas pacientes hasta que descubre por fin la causa de sus afecciones. En el libro ‘House, patologías de la verdad’ del doctor español Alberto Amador Gil, se sostiene que al menos el 50% de los capítulos de la serie contienen algún error de tipo médico; bien por tratamientos inadecuados o por confundir términos.

Conclusión: muerte por negligencia médica.

http://youtu.be/0piFZXT8Zxo

Seguimos con la denominada “película más asquerosa de la historia”: ‘The human Centipede’, en la que un científico loco decide crear un sistema digestivo completo conectando boca-ano a tres pobres infelices. Suponiendo por un momento que eso fuera posible (puaj), siguen siendo tres cuerpos en los que sólo uno obtendría los nutrientes de la digestión mientras que los demás comen, sí, heces.

Conclusión: muerte por inanición.

http://youtu.be/t0riQXV-ICU

Le toca el turno al final de Terminator IV y Christian Bale (quien repetirá más adelante), donde tiene que recibir un difícil trasplante de corazón. En medio del desierto, sin comprobar la compatibilidad del donante (que para más inri ni siquiera es humano), sin el equipo médico adecuado….

Conclusión: muerte por complicaciones (obvias) en la operación.

http://youtu.be/4j_QBD6hw2M

La futurista ‘Minority Report’ tampoco se libra. ¿La escena en que le extraen los ojos por unos nuevos y luego los utiliza para abrir una puerta mediante identificación ocular? ¿Cuánto tiempo pasó entre medias? Para cuando el bueno de Tom Cruise llegase a esa puerta tendría en la mano unos globos oculares en estado de descomposición. Para más inri, se le caen por el suelo y salen rodando, lo que a todos nos ha pasado alguna vez, vaya.

Por cierto, en muchas películas (incluida ésta) cada vez que algún pobre desdichado pierde un órgano la primera idea consiste en meterlo en hielo para conservarlo. Sin embargo, el contacto con el hielo suele producir daño celular irreparable. Recordadlo si alguna vez perdéis un ojo.

Conclusión: Ojos podridos, puerta cerrada. La peli termina sin final feliz.

The Dark Knight Rises (¡¡OJO!! CONTIENE SPOILERS). La última película de Christopher Nolan sobre el oscuro súper héroe tampoco se libra de un buen gazapo clínico. Cuando un malísimo Bane no tiene mejor idea que romperle la espalda a Batman al mas puro estilo lucha libre, no hace falta más que una palmadita en la espalda de un recluso sin nociones de fisioterapia o medicina para poner las cosas (vértebras en este caso) en su sitio; acompañado de un grito de dolor para hacerlo más dramático, eso sí.

Conclusión: Tetrapléjico por rotura de la médula espinal.

http://youtu.be/yMwmqp3GLMc

A alguien se le ocurrió que una buena solución contra el alzheimer era crear tiburones gigantes superinteligentes asesinos. En "Deep Blues Sea" desarrollan genéticamente este tipo de escualo porque aseguran será el camino para erradicar la enfermedad. Claro que el cerebro de este pez no tiene absolutamente nada que ver con uno humano: además de estar muchísimo menos desarrollado, no existen tiburones (ni ningún otro animal, vaya) con alzheimer.

Conclusión: Muerte por escualo gigante asesino (bien merecida).

http://youtu.be/a_z4IuxAqpE

Y para terminar, la que es sin duda la escena más frecuente de todo film de acción que se precie: el valeroso personaje recibiendo y repartiendo disparos a diestro y siniestro, resistiendo herido hasta que llega la ansiada ayuda médica que (por los pelos) termina salvándole la vida. Como ejemplo nosotros hemos elegido el final de Scarface, porque sale Al Pacino y por épico.

Como dice un buen amigo, médico de profesión y cinéfilo de espíritu; “si te disparan te mueres”, punto pelota.

Conclusión: Muerte por kilos de plomo en sangre.

Existen muchos, muchísimos patinazos médicos más que estamos deseando conocer, ¡anímate a dejarlos en los comentarios!

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