OPINION

Un ferry para 1.500 pasajeros cruzará el Báltico sin emitir ni un gramo de CO2

zero ship
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Los ferrys de pasajeros que cruzan el mar Báltico queman una tonelada de gasóleo por trayecto y emiten a la atmósfera cerca de 3 toneladas de CO2, además de la consiguiente dosis de óxidos de azufre y nitrógeno en el aire y el agua. Pero puede que dentro de poco estos barcos consigan recorrer las frías aguas escandinavas sin emitir un solo gramo de CO2, gracias a un barco movido enteramente con energías alternativas.

Se trata de un diseño de la compañía alemana FutureShip para uno de sus mejores clientes, la empresa de ferrys Scanline, que cubre rutas entre Alemania, Escandinavia y Lituania. Las naves equipan unas enormes baterías de hidrógeno que se cargan con la energía remanente de la electricidad que generan las turbinas eólicas del norte de Alemania y Dinamarca. Ya a bordo, unas pilas de combustible ubicadas en el casco transforman el hidrógeno en electricidad para impulsar la nave. La energía sobrante se almacena de nuevo en baterías para cubrir ulteriores picos de demanda de ladf embarcación.

Además, y para dotar el ferry de mayor autonomía, la nave incorpora en cubierta varios rotores y sistemas fotovoltaicos para recolectar energía eólica y solar durante las singladuras.

Los trayectos cortos –los trayectos interbálticos nunca sobrepasan las 48 horas- han sido la clave para lograr un barco que prácticamente no contamina. Según explica un ingeniero de FutureShip en una entrevista: “Los requisitos energéticos de Scandlines son más bajos, porque es más fácil recargar las naves más a menudo. Por el contrario, los barcos que cubren largas distancias lo tendrán mucho más difícil para ser totalmente verdes, en tanto sus necesidades de energía son mucho más altas”.

¿Llegará a buen puerto el proyecto de Scanlines?

El ferry de emisión cero puede llevar 1.500 pasajeros y 2.200 metros lineales de vehículos. En cubierta pueden acomodarse tanques de hidrógeno con capacidad de 140 metros cúbicos, suficientes para una travesía de 48 horas. En el fondo del casco estarían ubicados las pilas de combustible, capaces de proveer 8.300 kw de potencia para propulsar el barco a 17 nudos, la velocidad estándar en este tipo de embarcaciones.

El coste final de la embarcación, señala la empresa, sólo es un 25% más cara que las naves convencionales. No parece mucho, ahorrando el vertido de miles de toneladas de CO2 y otros gases a la atmósfera.

Visto en Maritime Propulsion, vía IO9.

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