OPINION

Aeroscraft, el nuevo sueño del transporte aéreo, está listo para alzar el vuelo

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Desde los últimos días de la Segunda Guerra Mundial, los gigantescos hangares de madera de la antigua Base Militar de Tustin, en el Sur de California, no habían visto tanto trabajo de fabricación como lo hacen hoy en día.

Y es que la compañía californiana Aeros Corporation ha completado la construcción de su Aeroscraft, una aeronave híbrida entre avión y dirigible que en esta versión de prueba a subescala mide 79 metros y con la que se demostrará el despegue vertical y las capacidades de vuelo de un concepto que empezó a fraguarse hace 28 años; y que desde entonces amenaza con cambiar las tornas del transporte aéreo tal y cómo lo conocemos. ¿Lo conseguirá?

Por ahora la aeronave entrará en una fase de pruebas de vuelo en los próximos 60 días, mientras se construye la versión final a escala total de casi 100 metros. Según afirma el CEO de Aeros, Igor Pasternak, en una nota de prensa, "la construcción del vehículo se ha completado y este es realmente el comienzo de una solución global para el transporte vertical para los próximos 100 años".

Aeros cree que su Aeroscraft va a revolucionar el transporte de carga global para los sectores comercial y militar, gracias a su capacidad para cargar y descargar mercancías sin necesidad de lastrar, haciendo el transporte más barato y con menos emisiones que los métodos existentes actualmente.

Con un esqueleto de aluminio y fibra de carbono, y recubierto de una reluciente piel de plata llena de helio, este Aeroscraft es capaz de volar con una carga útil de 66 toneladas a una velocidad de 120 nudos (220 kilómetros por hora) con una autonomía de 5.000 millas, para trasladar la carga por una fracción del coste actual. Sus desarrolladores afirman que en un futuro será capaz de llevar entre 200 y 500 toneladas de carga. Estos son los distintos modelos inicialmente proyectados:

Este nuevo tipo de aeronave híbrida combina las tecnologías de aviones y dirigibles; y no necesita una larga pista para despegar o aterrizar, ya que cuenta con motores de pistón que le permiten moverse verticalmente gracias a un nuevo sistema de control de flotabilidad.

Una vez que coge altitud de crucero (unos 8.000 pies), sus gigantes hélices le darán impulso y, gracias a su forma de avión, no perderá altura. Sus motores eléctricos son alimentados por pilas de combustible de hidrógeno, garantizando que el transporte sea eficiente y silencioso.

El Aeroscraft se está construyendo bajo un contrato de alrededor de 35 millones de dólares del Pentágono y la NASA; y la aeronave probará varios componentes clave de un diseño que algún día podría contener un hotel, un casino o un spa, para que el transporte de mercancías deje paso (en una siguiente fase) al transporte de personas en vuelos comerciales de lujo.

Más que vuelos...auténticos cruceros sobre la tierra, que busquen primar la tranquilidad de un viaje de ensueño ante la incomodidad, el coste y el ruido de la actual aviación comercial.

Fuente y fotos: Aeroscraft

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