OPINION

El próximo Papamóvil podría ser a pedales

El nuevo Papa Francisco ha demostrado ya su compromiso con los que menos tienen. ¿También lo hará con los que menos huella de carbono dejan a su paso por este mundo terrenal?

Después de establecer una reputación como el Papa sencillo que toma el autobús desde hace años, Jorge Mario Bergoglio dará otro paso hacia consolidar su imagen como Pontífice de la gente cuando reciba la entrega del primer Papamóvil a pedales, un vehículo totalmente neutro en carbono que originalmente fue encargado por la Asociación de Transporte Ambiental (ETA) británica, después de que el anterior Papa, Benedicto XVI, expresara su deseo de un vehículo limpio para circular por las calles del Vaticano.

Se espera que la limusina blindada a pedales, la primera de su tipo en el mundo, esté lista para su entrega a finales de este verano. El Papamóvil a pedales ha sido diseñado por el inventor británico Yannick Read (también conocido por ser el creador de la caravana más pequeña del mundo), que fue instado por la ETA para reinventar el Papamóvil como un vehículo integramente verde, pero donde la técnica no estuviera reñida con las características de seguridad que necesita un Sumo Pontífice en el ejercicio de sus funciones.

"El ciclismo es una forma totalmente adecuada para un Papa de viajar. Este vehículo reforzará su imagen como Pontífice de la gente” asegura un Yannick Read convencido de que el Papa Francisco, dado su carácter, no le hará ascos a este nuevo medio de transporte consciente y consecuente, que además viene con todos los adelantos.

Así, entre el catálogo de extras se encuentran ventanas de 8mm de grosor a prueba de balas, paneles solares montados en el techo, aire acondicionado y hasta una fuente de oxígeno autónoma para hacer respirable el interior en caso de ataque químico.

La carrocería será de una novedosa mezcla de titanio y componentes cerámicos para dotar de ligereza al ya de por sí pesado conjunto, permitiendo que al monaguillo (o capellán) que le toque pedalear no le suponga un viacrucis dar unas simples vueltas por la Plaza de San Pedro.

El vehículo se desplazará a una velocidad de crucero suficientemente baja de 10 km por hora, para que su Santidad pueda ser visto con claridad por los fieles en este “modo paseo” a tracción humana. Pero si las cosas se ponen peliagudas a lo Ali Ağca, el Papamóvil puede desplegar una especie de turbo boost alimentado por un motor eléctrico de 1,5 KW, capaz de llevarle a la seguridad de su dacha de verano de Castelgaldonfo a una una velocidad de casi 70 km por hora.

El vehículo tendrá un coste final de alrededor de 200.000 €, algo elevado para un rickshaw a pedales por muy divino que sea; pero es justo y necesario decir que también es la mitad de lo que vale el Papamóvil actual, que se basa un modelo M-Class de Mercedes Benz con un motor V8 de cinco litros capaz de contaminar media Roma a su paso.

¿Terminará el Papa Francisco por deshacerse de su vehículo de cuatro ruedas por esta alternativa claramente superior? Aunque verano es la fecha de entrega, la Santa Sede no se ha dignado todavía a emitir una respuesta. "Es una propuesta seria que hemos enviado al Vaticano", dice el inventor en twitter, "pero entiendo que se la están tomando a broma".

Fuente y fotos: Environmental Transport Association. Vía The AtlanticGrist e Inhabitat

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