OPINION

Energía libre, la última patraña

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Internet sirve tanto para difundir información fuera del control “oficial” como para propagar ideas absurdas, mitos y fantasías. Uno de los mitos más difundidos en las páginas “alternativas” y de la Nueva Era tiene que ver con la llamada “energía libre”, la obtención de energía a partir de supuestas fuentes abundantes y gratuitas, como el agua o el aire, que –dicen sus augures- está llamada a liberarnos de la dependencia de los hidrocarburos, la nuclear o incluso las renovables.

El discurso en torno a la energía libre contiene todos los ingredientes para convertirse en un bálsamo de fierabrás: es una solución fácil a un problema complejo (la crisis energética que empieza a atenazar al mundo); es democrática (cada cual puede fabricarse su energía, liberándose del yugo de codiciosas corporaciones) y, además, es gratis y abundante. Como todo mito, el de la energía libre cuenta con un héroe, Nikola Tesla, y un supervillano, Thomas A. Edison y la cohorte de eléctricas, petroleras y nucleares que quieren quedarse toda la energía para aumentar su riqueza (aunque esto último es cierto).

Con estos mimbres, no sorprende que la energía libre se convierta en la piedra de toque de un mesianismo termodinámico. Desdichadamente, también es una enorme patraña. Para demostrarlo me pongo en contacto con una investigadora poco sospechosa de alineamiento con “el lado oscuro de la energía”, Margarita Mediavilla, profesora del Departamento de Ingeniería de Sistemas de la Universidad de Valladolid.

Mediavilla y sus compañeros de departamento mantiene un interesante blog sobre energía, una de cuyas secciones se encamina, precisamente, a desmontar el mito de la “energía libre”. Para Mediavilla el auge de esta “utopía escapista” está directamente relacionada con el agotamiento del modelo energético sobre el que se sustenta nuestra civilización.

¿Existe tal cosa como la energía libre?

¿Existe la comida gratis, el trabajo sin esfuerzo? En física definimos la energía como la capacidad de realizar trabajo. La energía es el esfuerzo, lo que nos cuesta llevar a cabo ese trabajo. Si tienes energía gratis es porque alguien lo está pagando por ti.

De modo que finalmente, alguien tiene que pagar la cuenta…

Es evidente que disponer de energía gratuita y abundante es un gran afán de la Humanidad, sería el equivalente a decir que somos millonarios. Pero la vida te enseña que todo cuesta, nuestros actos tienen unas consecuencias, unas entradas y unas salidas. Es comprensible que anhelemos energía libre pero no es más que un sueño infantil.

El YouTube proliferan máquinas de movimiento continuo o bien motores propulsados por agua. ¿Has visto alguna que realmente funcione, que tenga una salida de energía superior a la entrada de combustible?

No conozco ninguna. He visto algunos inventos muy zafios, como el que desmonto en este vídeo, que era tan elemental que había que probarla.

¿Crees que existe un complot del gran capital para negarnos el acceso a esa fuente energética?

No creo que haya un complot. Si realmente hubiera una invención relativamente fácil de hacer que extrajera energía barata habría gente que la usaría, por mucho que los lobbies empresariales intentasen ocultarlo. Un buen ejemplo es el hardware libre (open source). Los “arduinos” son componentes electrónicos de código abierto y son  unos aparatos a un

precio enormemente bajo y con unas prestaciones increíbles, porque no están sujetos a copyright. Están siendo una revolución. En mi laboratorio los hemos introducido este año y un equipo de prácticas que nos vendían las empresas por 2.000 euros nos lo estamos fabricando con “arduinos” por 80 euros. La electrónica básica de un ordenador Arduino cuesta 30 euros.

Estos aparatos están expandiéndose como la pólvora y hacen mucho daño a intereses empresariales, pero no pueden prohibirlos, se fabrican en Italia y se venden por Internet con toda normalidad.

Si hubiera algún invento de energía gratis que funcionara y alguien lo quisiera poner al servicio de la humanidad lo patentaría con licencia Creative Commons y se difundiría de tal forma que no podrían pararlo. De hecho, si algo realmente saca energía de la nada… se tendría que ver en los vídeos, sería difícil que no se recalentasen los bobinados de los motores, que no explotase "algo" por sí mismo si es que realmente está generando mucha energía… Nunca se ven videos de inventos de estos de “energía libre” en los que se muevan cosas realmente pesadas, donde se levanten grandes cargas, no parece que tengan realmente mucha energía. La energía se nota.

Por tanto, no hay tal complot…

Yo me pregunto más bien si no hay un complot para fomentar estas creencias en energías libres. Vivimos en una sociedad ávida de energía, cuyo modo de vida se está tambaleando. Entre tanto, algunas esperanzas, como la energía nuclear, se han quedado en nada, empiezan a surgir estas ideas sobre la “energía libre”.

¿Se trata entonces de una distracción, de un trampantojo?

Me da pena que crean en estas utopías, porque ese tipo de personas –gente de la nueva era y la espiritualidad- está planteando alternativas interesantes al modelo imperante en la ciencia actual, aún muy anclado en una visión mecanicista de la naturaleza.

Creo que la energía libre es una forma de captar a toda esta gente, que iba hablar de soluciones reales: reducir el consumo, reutilizar… Igual el complot es por el otro lado, para evitar que la gente se vuelva ecologista, pero de verdad, lo cual sería una amenaza para el sistema.

¿Por qué resulta tan atractiva la energía libre?

La energía libre ni es una alternativa ni es revolucionaria. En realidad, abunda en el mismo paradigma de que la ciencia nos va a resolver todo: la ciencia es buena y son los ingenieros los que nos ocultan sus maravillas. Creer en la ciencia es muy poco científico. La ciencia no es una creencia, ni un Dios, sino un método para entender la realidad.

Otros jumentos de vapor:

-"Una sociedad como la que tenemos ahora sólo es posible con los combustibles fósiles"

-“A nuestra civilización se le agotan las pilas”

-El absurdo motor de agua

-Nuestros esclavos energéticos también emigran

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