OPINION

Una nevera llena de cervezas hace estragos en la red del mayor operador móvil de Australia

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¿Puede un simple frigorífico particular convertirse en una penitencia para miles de usuarios de telefonía móvil? Parece que sí, pues una nevera defectuosa es la culpable de una serie de graves problemas de interferencias en toda una red de telefonía móvil en la ciudad de Wangaratta, al norte del estado de Victoria, en Australia.

Según los técnicos de la compañía Telstra, propietaria de la red y el mayor operador de comunicaciones del continente, el mal funcionamiento del motor de un refrigerador causaba una serie de señales eléctricas anormales (ruido eléctrico) que provocaba interferencias en los datos móviles a través de varios barrios de la ciudad.

Un equipo de ingenieros de la compañía detectaron la grieta rastreado la señal usando antenas Yagi (unas antenas longitudinales que muestran la dirección de las interferencias) hasta un garaje en la ciudad de Wangaratta. A continuación, llamaron a la puerta para ver si podían comprobar lo que estaba creando los problemas.

Allí habitaba Craig Reynolds, que sin duda se sorprendió al recibir a un equipo de hombres de negro portando antenas. El australiano amante de la cerveza, que sabe cómo surtirse de botellines, no pudo por más que expresar un somero “no creía que mi nevera pudiera hacer eso”.

La principal fuente de ruido en una red de comunicaciones es la que suministra la energía eléctrica; y lo es porque alrededor de los conductores se produce un campo magnético a la frecuencia de 50 ó 60Hz. Además por estos conductores se propagan el ruido producido por otros dispositivos eléctricos o electrónicos. Según Telstra, cada año localizan cientos de casos de aparatos "fantasma" que producen este efecto en todo el país, aunque pocos tan fuertes como el de la nevera del señor Reynolds.

Los ingenieros de Telstra afirman que los problemas se identificaron mediante "robots" de software que escanean los datos del sistema para buscar valores atípicos. Y explican que las ondas electromagnéticas defectuosas de distintos aparatos “fantasmas” como neveras, cajeros automáticos o amplificadores ilegales de televisión pueden interferir con las células de la red cercana, por donde vuelan los datos de los smartphones y tablets.

De hecho, aseguran que cualquier chispa eléctrica de una magnitud suficiente puede generar ruido en las frecuencias de radio; y si es lo suficientemente amplia crear apagones en el espectro de 850 MHz, que es la frecuencia que porta en Australia las llamadas móviles de voz y de datos de Internet.

Vía: Interference Technology y ITNews

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