OPINION

Derribando mitos: se puede tomar alcohol con la mayoría de los antibióticos

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“¿Te saco una copa de vino, Julia?”, “No, gracias. Mejor una cerveza sin alcohol, que estoy tomando antibióticos”. Esta y muchas otras situaciones parecidas se encuentran desde hace años detrás de los antibióticos, medicamentos que nos ayudan a recuperarnos de los males, pero que nos privan del vicio social de muchos.

Siempre nos han dicho que beber alcohol estando en un tratamiento con antibióticos es malo. ¿Pero hasta qué punto? ¿Qué sucede cuando mezclamos antibióticos y alcohol? ¿Sucede lo mismo con todos los antibióticos?

Resulta que el alcohol no afecta a la mayoría de los antibióticos que más se prescriben. Por supuesto, hay excepciones; pero lo mejor es que lo consultes con tu médico antes de emprender una aventura con final incierto de alcohol y medicinas.

Los antibióticos del tipo cefalosporina cefotetan y la cefalosporina cetriaxona mezclados con alcohol provocan malestar general, mareos y vértigos, rubor facial, ojos rojos, palpitaciones, bajada de tensión, náuseas y vómitos (también pueden aparecer sudoración, visión borrosa y disminución del nivel de conciencia), ya que impiden que el alcohol que ingerimos sea degradado por completo por nuestros órganos y se convierte en acetaldehído, una substancia derivada del alcohol que no puede seguir degradándose y se acumula en el organismo.

Otros antibióticos como los metronidazoles, empleados para tratar infecciones dentales, úlceras venosas y llagas de presión, también causan los mismos efectos que la cefalosporina. Y también existe otros antibióticos como el tinidazol, el linezolid y la eritromicina que más nos vale tomarlos sin una sola gota de alcohol; pero tranquilos, el médico ya os advertirá bien en su debido momento.

Bien, entonces, ¿con qué antibióticos podemos disfrutar de una buena copa de vino? Pues prácticamente con el resto de antibióticos que no hemos mencionado anteriormente, que son unos cuantos. Claro que no es muy recomendable hacerlo, ya que emborracharte no te ayudará en tu recuperación. La resaca te causará cansancio y deshidratación, pero será la misma tomando o no antibióticos. Eso sí, es importante, una vez más, que lo consultes con tu médico.

Los mitos del alcohol y los antibióticos

¿Por qué si la mayoría de antibióticos son compatibles con el consumo de alcohol nos han dicho siempre que no debemos mezclarlos? Hay varias teorías, a cada cual más curiosa.

Una de ellas dice que los médicos solían castigar sin alcohol a los pacientes que contraían enfermedades de transmisión sexual. “¿Qué has andado de jarana revolcándote con todo lo que respira y has cogido una enfermedad? Bien, te voy a tratar, pero para que no se te vuelva a ocurrir hacer lo mismo, ni gota de alcohol durante la recuperación”.

Otra teoría, contada por el ex brigadier Sir Ian Fraser, nos lleva hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando la penicilina escaseaba entre los soldados norteamericanos. De modo que se solía reciclar cuando los pacientes la expulsaban a través de su orina. Y como la cerveza hace aumentar el volumen de la orina y eso hacía más difícil la obtención de la penicilina, se prohibió la bebida, según el brigadier.

Fuentes: BBC News y Museo de la Ciencia

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