Pau Donés, Ana Torroja, Ana de Armas y decenas de artistas se comprometen con Voces
Si te digo que gente como Ana Torroja, Antonio Orozco, Ana de Armas, Pau Donés, Conchita o Fernando Guillén Cuervo están implicados en un proyecto social que apuesta por la cultura como estrategia para generar desarrollo, entendería que alguno sospechara del grado de implicación de los artistas, de la oportunidad, de la justificación… no por los nombres en sí, sino porque, no nos engañemos, hemos creado y alimentado ciertos estereotipos y, en general, al colectivo de creadores le damos bastante poco margen.
Uno de los riesgos que el proyecto tiene es que se entienda que los artistas quieren ir de guays y quieren sumar a su imagen pública una imagen solidaria que a lo mejor no tienen. Y la verdad es que te sorprendería ver cómo la gente se lo curra en Mali, en Colombia. No hemos tenido ni una sola desilusión.
Juan Merín(1968) lleva a sus espaldas unos cuantos años de trabajo en el sector, primero en UNICEF y desde hace cuatro años en Voces, un proyecto que nació gracias al apoyo inicial de La Mari de Chambao (Presidenta) y de Antonio Orozco (Vicepresidente), al que luego se incorporó Mala Rodríguez y siguieron una buena cantidad de artistas y actores hasta los 25 que están, en la actualidad, implicados en el día a día de la ONG.
Lo fundamental es que ellos se sientan protagonistas en el buen sentido de la palabra, que se sientan agentes transformadores y con capacidad de presentar opciones distintas a las que viven en la actualidad las personas con las que intervenimos.
Por un lado, Voces trabaja en España la sensibilización, sobre todo de los jóvenes, gracias a los artistas y los eventos en los que participan (Festival de Cine de Málaga…).Por otro, utiliza la cultura como herramienta frente a la pobreza que excluye a la infancia.
En Colombia trabajamos mucho con niños de la calle, gracias a motivarlos para que participen en bandas musicales cambian un poco la visión que tenían de la desesperanza que genera esa pobreza.
Además, muchos de los creadores acuden a los proyectos en Mali o Colombia a formar a jóvenes músicos y actores y trabajar en el intercambio cultural.
En esos proyectos (Mali, Colombia y Paraguay, por ahora), Voces trabaja para fortalecer la industria cultural.
En Mali, el PIB que genera la cultura es el 3,5%, es más que la agricultura, por ejemplo. Nos parece que ayudar a los países a fortalecer sus industrias culturales tiene muchos elementos positivos. Además del económico, también un pueblo que tiene capacidad de comunicar, de expresarse, de cohesionarse culturalmente está más preparado para luchar por otros derechos.
Ese intercambio genera iniciativas interesantes. Por ejemplo, Pau Donés y Jarabe de Palo estuvieron en Mali en mayo para dar unos talleres en el Conservatoire des Arts et Metiers Multimedia y en el Institut National des Arts en Bamako. Fruto de la colaboración surgió una versión del Depende que se puede comprar en Itunes: los beneficios irán a un proyecto de Escuela en Sangarebougou. Suena bien, ¿no?
Además, Voces trae este mes un grupo nacido en el citado Conservatoire des Arts et Metiers Multimedia para tocar el día 9 en Alcorcón, como teloneros de las fiestas; el 10 en Palma, con Jarabe de Palo, y el 13, en Grecas, Toledo, en una actuación organizada con las comunidades malienses que viven por la zona.