OPINION

Reparador de parquímetros roba 170.000 dólares en monedas

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"Cuando la policía fue a detenerle, su casa parecía un casino de Las Vegas. Había monedas por todas partes: en tazas, en cestas y en cajas de plata", reza la crónica del Washington Post.  William Fell, reparador de parquímetros, tuvo tiempo para llevar a cabo su latrocinio: trabajó desde los 45 hasta los 61 años reparando los famosos parquímetros con ranura como de tragabolas, que tanto hemos visto en las películas.

Fell se levantaba cada día a las 3 de la mañana, poco antes de que se iniciara su turno. Amparado por la oscuridad, como si fuera un supervillano de gama baja, recorría la ciudad de Alexandria en el coche de la empresa vaciando en bolsas el contenido de las cajas de los parquímetros. Luego volvía a su coche particular, dejaba el botín en el maletero y acudía a trabajar como si tal cosa, aunque suponemos que con perpetua cara de sueño. En esos tres lustros consiguió amasar la nada desdeñable cifra de 170.000 dólares, unos 140.000 euros, aunque imaginamos el tormento del ladrón para deshacerse cada día de toda esa calderilla...¿tragaperras?, ¿máquinas de tabaco?, ¿expendedores de condones? En su pecado tenía su condena.

Pero Fell cayó, como su propio nombre indica. Los 1.000 parquímetros de la ciudad recaudan un millón de dólares para el Ayuntamiento pero una reciente subida de tarifas no tuvo el efecto esperado por el gobierno local. Una pequeña gotera en forma de reparador desviaba hacia sus bolsillos todas las ganancias extra del sistema de aparcamientos.

William Fell solicitó al juez un abogado de oficio porque dijo no tener dinero para pagar uno de su bolsillo.

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